Mediante un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores, Aeroméxico dio a conocer que las afectaciones económicas por el cese de las operaciones de sus seis unidades Boeing 737 Max 8, modelo implicado en dos accidentes fatales, el último ocurrido hace unos meses con la firma Ethiopian que costó la vida a más de 150 personas, fueron de alrededor de 200 millones de pesos en sus ingresos correspondientes al primer trimestre del año, además de que también disminuyó su capacidad de asientos-kilómetro disponibles.
Derivado de lo anterior y con la temporada alta de vacaciones, la firma aérea anunció que a partir de la primera semana de junio pondrá de regreso estas aeronaves, tras la suspensión de operaciones.
“Por ahora, no estamos considerando a los 737 Max en nuestros planes operativos para abril y mayo. Planificamos que los aviones comiencen a operar nuevamente durante la primera semana de junio”, indicó Andrés Conesa, director general de la aerolínea en conferencia con analistas.
Confianza en el 737 Max
El directivo refirió que este año recibirá 4 modelos más de la versión Max 8, así como tres aeroplanos de la familia pero en su versión 9, una de las más recientes de Boeing. El CEO de Aeroméxico que, incluso, este mes se sumó un modelo más, al tiempo que los restantes estarán disponibles en junio.
Si bien sigue en duda la fiabilidad de este modelo y que incluso el director general de Boeing ofreció disculpas por las fallas; podría representar para la firma aérea mexicana poner en circulación estas unidades.
Y es que ante las pérdidas millonarias por mantenerlos en tierra y con la temporada vacacional a la vuelta de la esquina, Aeroméxico podría precipitarse y perder algo más que millones de pesos.