Investigadores han identificado que al incorporar pequeñas crestas en los materiales se logra que las gotas de agua se rompan con mayor velocidad, lo que reduce el tiempo de contacto entre las superficies y el líquido, lo que le otorga la virtud de convertirse en repelente al líquido.
El descubrimiento con el que han dado investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusets (MIT, pro sus siglas en inglés), muestra la forma en que mediante la inserción de diminutos surcos en una superficie, el agua derramada se reparte de forma desigual y como resultado el efecto de rebote en la superficie es más rápido, lo cual es semejante que lo que sucede en diversas superficie en la naturaleza, tales como las alas de mariposa y que puede ser muy útil en el diseño de las nuevos alerones de un avión.
El hallazgo se informó en un artículo de la revista Nature en coautoría con Kripa Varanasi, profesora asociada de ingeniería mecánica en el MIT, James Bird, un ex investigador posdoctoral del MIT que ahora es profesor asistente de ingeniería mecánica en la Universidad de Boston, además de Rajeev Dhiman, pos doctorado en MIT, y recientemente, Hyukmin Kwon.