Con el estrés por llevar vidas agitadas avanzando, todos los productos que se relacionen con la relajación tienen un buen futuro en el mundo de los negocios.
La Organización Mundial de la Salud confirma esto diciendo que la ansiedad y la depresión son las enfermedades del siglo 21, que ya afectan a 300 millones de personas en el planeta.
Aquí es donde entra a jugar una familia de productos que, a medida que la marihuana medicinal salga de la ilegalidad y consiga permisos en los distintos países, seguramente será una de las mejores inversiones de estos tiempos: los derivados del cannabis.
De acuerdo con un nuevo análisis de Cowen & Co, casi el 7 por ciento de los estadounidenses ya están usando cannabidiol (CDB), lo que coloca la oportunidad potencial de mercado para el tan publicitado compuesto de cannabis en nada menos que US$ 16.000 millones para 2025.
Los datos son cotejables con un informe previo del banco de inversiones Jefferies Group que dice que la industria global del cannabis podría tener un valor de hasta US$ 130.000 millones en 2030 si la ola de legalización avanza en los Estados Unidos, Europa y América latina.
Volviendo a la encuesta de Cowen, realizada en enero a 2.500 adultos en Estados Unidos, encontró que el 6,9 por ciento de los encuestados usa CDB como un suplemento. “Es mucho más alto el valor de lo que hubiéramos sospechado”, le dijo a Fortune la analista Vivien Azer.
El 6,9 por ciento es mayor que el 4,2 por ciento que dijo que usa dispositivos de cigarros electrónicos de Juul Labs y está por debajo (pero no tanto) del 19,6 por ciento que dijeron ser fumadores de tabaco en la forma tradicional.
Sobre esta base, Cowen considera que el uso de CBD aumentará, en un cálculo conservador, hasta el 10 por ciento de los adultos estadounidenses en 2025, los que serían unos 25 millones de consumidores. “Hay una oportunidad de mercado de US$ 16.000 millones”, dijo Azer.
El proyecto de ley agrícola de los Estados Unidos aprobado en diciembre, habilita a que el CDB sea legal en ciertas circunstancias. Sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) declaró ilegal comercializar productos de CBD como suplementos dietéticos y dijo que cualquier producto de CBD comercializado como “con beneficios terapéuticos” debe ser aprobado para su uso antes de que se introduzca en el mercado.
El problema del cannabis sigue siendo el mismo de siempre: la legalidad. Los reguladores de los distintos estados del país de Donald Trump tienen miradas diferentes.
Por ejemplo, este mes, los funcionarios del Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York le ordenaron a las panaderías y restaurantes que dejaran de agregar CBD a bebidas y alimentos, mientras que Maine y Ohio, también frenaron las ventas del complejo.
La encuesta de Cowen encontró que el uso de CBD es mayor entre los consumidores de 18 a 34 años.
Los jugadores mejor posicionados
La proyección hecha por Jefferies dice que la explosión del mercado llegará porque hay perspectiva de que en los próximos años Estados Unidos y todos los países de Europa y América latina legalizarán el cannabis con fines recreativos y médicos, y porque es posible que la penetración llegue a los sectores industriales como productos farmacéuticos, alcohol, salud y bienestar y cuidado de mascotas.
Asimismo, la misma consultora dijo que inició la cobertura de los números de nueve compañías que usan cannabis en sus productos, incluidas Canopy Growth, Aurora Cannabis, Cronos Grop, Hexo Corp y CannTrust Holdings.
Por ahora, considera que Canopy y Aurora son las “mejor posicionadas para dominar a nivel mundial” en los próximos años.