Una de las grandes sorpresas esperadas de la edición pasada del Super Bowl fue el homenaje que Maroon 5 hizo al creador de la reconocida caricatura Bob Esponja, momento que en cuestión de segundo logró acaparar las conversaciones en redes sociales.
En concreto, hicieron homenaje al clip de “Sweet Victory”, canción que aparece en un episodio de Spongebob Squarepants de 2001 y que de alguna forma hace referencia a otro elemento muy importante en la cultura estadounidense: las bandas de guerra de las universidades estadounidenses.
El pequeño gran detalle permitió que la banda musical se ubicará dentro de los primeros lugares de tendencias. Maroon 5 rápidamente se posicionó como tendencia global con más de 145 mil tweets.
Un ganador más
Sin embargo, el gran ganador al mediano plazo fue la franquicia de Nickelodeon, Bob Esponja, serie animada que vio incrementado el nivel de interés de las audiencias luego de su aparición en el Gran Tazón.
La canción “Sweet Victory” experimentó un aumento masivo en el engagement generado con los usuarios online en línea gracias a su aparición en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl. Según Nielsen Music (a través de Billboard), las transmisiones y descargas de la canción aumentaron aproximadamente un 566 por ciento en los días posteriores a la presentación.
Antes del Super Bowl, “Sweet Victory” se escuchaba bajo demanda unas 46 mil veces al día; en el día de y día después, ese número llegó a 310 mil. La canción, de David Glen Eisley y Bob Kulick, aparece en la compilación de Spongebob de 2005, The Yellow Album.
El negocio de medio tiempo
Lo anterior dice mucho sobre la importancia que tiene el show de medio tiempo del Super Bowl en términos publicitarios.
Si bien este espacio cuenta con un patrocinador oficial, la realidad es que la liga podría pensar en un futuro no muy lejano en abrir el espacio para otras marcas entren en el juego, considerando la baja en las audiencias y lo que algunos segundos de exposición durante este show representaría para una firma comercial.
Lo interesante sería conocer el precio que aparecer en este espacio podría tener si consideramos lo costosos que han sido algunos de los espectáculos de medio tiempo del Big Game.
Según la cadena CNBC el espectáculo más costoso fue el de Lady Gaga el pasado 2017, el cual se vivió en el Super Bowl LI celebrado en el NRG Stadium de Houston, Texas, y tuvo un valor de 10 millones de dólares. En contraste, cuando Beyoncé hizo vibrar a Estados Unidos, la producción no superó los 600 mil dólares, según reportó la revista Forbes en el 2013