El marketing ha demostrado su efectividad a lo largo de décadas. Sus bases se han mantenido intactas durante años, aún con la constante evolución de las industrias y del cambiante comportamiento de los consumidores.
Las bases se han asentado en una parte teórica, mandamientos de verdaderos gurús de la mercadotecnia, vigentes en la actualidad. Muestra de ello es la Ley Inmutable de la Mente.
Esta es referente a que es mejor ser el primero en la mente de los consumidores que en el punto de venta: resulta más efectivo.
Es decir, cuando el consumidor acude al punto de contacto, ya nos debe tener en la cabeza, así aunque se le coloquen varias opciones, algo que ocurre siempre, va revisar rápidamente las opciones, pero con nuestra marca en la mente, nos elegirá.
Lo complicado radica en cómo lograr esto. Es necesario ofrecer el mejor producto, tener su atención por medio del poder del marketing y la publicidad, el empaque, la reputación, etcétera, todos esos elementos que hacen de esta industria un verdadero arte.
Las marcas líderes en sus segmentos han logrado cumplir la mayoría de estos aspectos y van ganando, pero se valen de un elemento principal que responde a la Ley Inmutable de la Mente: el Marketing de Guerrilla.
Guerrilla aliada
Recordemos que este busca “ganar exposición siendo inusual, y atraer buzz mediático y discusión a lo largo del trayecto. Este estilo de marketing le va bien a los pequeños negocios y compañías que tienen presupuestos limitados para la publicidad, aunque grandes corporaciones alrededor del mundo también se han involucrado en campañas de marketing de guerrilla, y algunas han sido muy exitosas”, según WiseGeek.
Recientemente un caso de marketing de guerrilla que se popularizó en el Super Bowl es el del taquero latino experto en esa estrategia, que tuvo su spot en The Big Game.
Manejaba un Uber y -según declaró a ESPN Deportes- dejaba una orden de birria en la cajuela para que el delicioso olor se esparciera en el auto. Cuando los pasajeros le preguntaban qué era, les contaba de sus tacos y ofrecía sus servicios.
Una vez determinado este aliado y los elementos para mantener la marca en la mente del consumidor, podemos poner un ejemplo. El caso de Post-it es claro, aunque en el punto de venta el consumidor vea primero una serie de hojas adhesivas de figuras y colores distintos, si en la mente del consumidor estaba “comprar Post-it” eso es lo que finalmente hará.
Es así como la Ley Inmutable de la Mente resulta un impulso básico en las estrategias de marketing.