Han transcurrido dos meses desde que el que fuese presidente de Renault, Carlos Ghosn, fuese detenido en Japón bajo señalamientos de haber cometido irregularidades fiscales mientras dirigía Nissan, un caso que sigue complicándose y por el que renunció este jueves a su cargo de presidente del grupo francés.
Lo ha hecho antes de que le destituyesen, como dio a conocer el ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire en el Foro de Davos y que habría sido comunicada a la empresa automotriz el miércoles pasado.
Con este panorama, será este mismo jueves cuando se reúna el consejo de administración de la marca francesa para escoger a su sucesor y un director general. Y según señala la prensa francesa, sería Jean-Dominique Senard, CEO de Michelin, quien ahora asumiría el cargo de presidente mientras que Thierry Bolloré, quien se encuentra al frente de la compañía francesa desde que fue detenido Ghosn, pasará a ocupar oficialmente el cargo de director general.
La situación para Ghosn parece haberse complicado, especialmente desde que hace una semana Mitsubishi le acusó de haber recibido un pago ilegal por 7,82 millones de euros durante 2018, proveniente de una joint venture de Nissan y Mitsubishi.
Mientras que los cargos iniciales están relacionados con el presunto ocultamiento de una parte de los 70 millones de euros pactados con Nissan y que percibió entre los años 2010 y 2018, además de señalamientos de haber utilizado a la empresa para pagar deudas de varias inversiones personales que le ocasionaron pérdidas.
Hasta ahora el directivo de origen brasileño –que ha negado todos los cargos que pesan en su contra– contaba con la admiración del sector, tras haber logrado reflotar a Nissan cuando estaba al borde de la banca rota en 1999 y que es parte del grupo en el que se encuentran Renault y Mitsubishi.