Cuando uno ve anunciada una película que se ve y se siente, como diría Thalía, a otra, generalmente asalta la inquietud en torno a si era necesario.
Si la versión que ya se vio fue muy buena, quizás haya entusiasmo por revivirla en una versión que en cierta forma será “lo mismo, pero no igual” y más cercana a nuestra cultura, quizás haya temor de que pierda aquello que la hacía especial o quizás haya un hartazgo ante la falta de creatividad e inevitable necesidad de recurrir a fórmulas probadas para garantizar cierto éxito en taquilla.
Actualmente está en cartelera “Perfectos desconocidos” de Manolo Caro, filme del que vimos la versión española hace un año y que ya era una nueva versión de “Perfetti sconosciutti”, un filme italiano de 2015; ya existe también una versión francesa y se preparan otras.
Hace poco estuvo exhibiéndose “Mi pequeño gran hombre” con Fernanda Castillo, versión nacional de “Corazón de León”, película colombiana estrenada en 2013.
Castillo parece asidua a este tipo de producciones pues ha participado en “Una mujer sin filtro”, “Que pena tu vida” y “No manches, Frida”, todas versiones de filmes originales de otros países (Chile las dos primeras e India la última).
México también exporta, la exitosa “No se aceptan devoluciones” se hizo en Francia y en México se presentó como “Dos son familia”. El personaje que hiciera en la original Eugenio Derbez fue interpretado por Omar Sy, actor que adquiriera fama internacional tras participar en “The Intouchables” (2001) de la cual está por estrenarse este mes una versión norteamericana protagonizada por Kevin Hart, Brian Cranston y Nicole Kidman bajo el título “Amigos por siempre”.
En fin… que ideas de un país viajan al otro y después regresan con otra factura.
Los famosos remakes son un recurso muy utilizado por todos los medios. Por un lado, garantizan cierto éxito pues se recurre a historia que funcionaron muy buen su país de origen, algunas incluso en otros países (“The Intouchables” hizo más de 416 mil millones de dólares a nivel internacional con un presupuesto de 10 millones de euros; “No se aceptan devoluciones” costó 5 millones de dólares e hizo más de 54).
Por otro lado, está la posibilidad de contextualizar la historia al país, aprovechando tanto chites como recursos locales. A ello se le puede sumar la participación de actores conocidos, como sucede en “Perfectos desconocidos” donde aparecen Cecilia Suárez, Bruno Bichir y Ana Claudia Talancón. Sin embargo, la esencia del producto será la misma. Es decir, únicamente se le cambia el empaque.
Cuando uno ve “Perfectos desconocidos” resulta completamente conocida. Y la verdad es que la película tiene su encanto, aunque a decir verdad trae poco nuevo a la mesa. Aun así, la película debutó en el top ten de taquilla nacional (ha recaudado cerca de 30 millones de pesos y se colocó como una de las películas más exitosas del cierre de 2018, aún frente a los filmes hollywodenses “Aquaman” y “El regreso de Mary Poppins”).
Entonces, la pregunta que queda y que únicamente nosotros mismos nos podemos responder es si queremos más “perfectos desconocidos” o nos sentimos más cómodos y en confianza con “perfectos conocidos”.