• Volkswagen decidió restaurar el ‘vocho’ de Kathleen Brooks, un modelo 66 que acumula más de 500 mil kilómetros

• Para remodelar el auto, la marca utilizó 60 trabajadores quienes destinaron 11 meses y más de 400 piezas

• La armadora alemana se aprovecha de la conexión emocional de sus consumidores con los vehículos para generar historias

En ciertos casos, las personas desarrollan un vínculo con sus automóviles, hay quienes les dedican horas a su mantenimiento o los equipan con una diversa variedad de componentes para que tengan un mejor rendimiento, sean más rápidos o tengan una mejor comodidad.

A su vez, hay quienes van un paso más allá ya que generan una conexión emocional con su vehículo de por vida, les dan nombre, los mantienen en servicio y se vuelven prácticamente compañeros de experiencias.

Tal es el caso de Kathleen Brooks, una mujer de 73 años que en 1966 compró un VW Sedán, también conocido como “Vocho”, el cual acumula 563 mil kilómetros y que fue apodado con el nombre de ‘Annie’.

“Muchas veces he dicho que ella y yo nos parecemos mucho porque es vieja, está decolorida, está cansada, está abollada, está oxidada, pero sabes qué, sigue corriendo” declaró Brooks a Volkswagen. “Y mientras la cuide lo mejor que pueda, seguirá corriendo”, agregó la dueña del Sedán.

Ante este hecho, la armadora alemana decidió recompensar a la consumidora por la lealtad con la marca y por lo tanto restauró el auto sin costo alguno, para ello, trasladaron la unidad hasta la planta de Puebla donde se invirtieron 11 meses de trabajo, 60 empleados, 357 piezas y se reemplazó el 40 por ciento las partes.

Se arreglaron problemas eléctricos, además de que se incorporaron piezas novedosas como frenos de disco, un nuevo radio, se le mejoró la suspensión, entre otras modificaciones.

Pasión trasladado al storytelling.

Otras de las historias que favorecen a la firma de autos alemana va de la mano con lo realizado por emprendedores alrededor de las VW Bus, o también conocidas como combis, ya que existe una diversidad de casos en los que el espacio que ofrece el automóvil da pie al lanzamiento de un negocio.

Desde cabinas fotográficas, espacios de venta de café, así como una especie de food truck, estos eventos permiten a la marca generar historias y fomentar el vínculo de las personas con la marca más allá de la publicidad.