Diciembre es fecha por excelencia para generar acciones de relacionamiento tales como regalos, cocteles y eventos en general. Más allá de la afinidad estacional o coyuntural a cada marca, la realización de eventos decembrinos tiene una connotación protocolar, más que comercial.
La realización de eventos decembrinos abarca diversos grupos de interés desde colaboradores, clientes, medios y reguladores, con lo cual es necesario tener en cuenta las particularidades de estas acciones de relaciones públicas, dado que se tiene que contemplar lo siguiente:
Grupos de interés: tener un directorio o guía de contactos de clientes actuales y potenciales, así como stakeholders de interés para agradecer su apoyo y preferencia, así como para fomentar atracción y desarrollo de nuevas relaciones comerciales como reputacionalmente hablando.
Construcción de mensajes: cada acción y acercamiento debe tener un objetivo de negocio y comunicación. Estas celebraciones no son la excepción, por lo que es importante identificar los mensajes clave afines y relevantes para cada ocasión. Esta es una oportunidad que sirve para hacer un recuento de los resultados en la evolución del negocio, así como para dar un adelanto de los próximos lanzamientos, adicional al agradecimiento que es mandatorio en esta época de celebraciones decembrinas. Otra sugerencia es concentrar dentro del discurso en el evento preferentemente un solo mensaje, dado que un amplio volumen pierde la atención y retención de aquello que queremos comunicar.
Protocolo: diciembre es una temporalidad particular desde el punto de vista institucional y de marca, con lo cual es importante no dejarse llevar por la improvisación, dado que se tiene que contemplar que estas fechas tienen diversidades ideológicas, con lo cual la neutralidad e inclusión en el manejo de la comunicación es importante, asimismo evaluar los elementos tradicionales a incorporar desde decoraciones hasta actividades; ya que es común presenciar acciones que desde el punto de vista familiar y personal son adecuados, pero desde lo institucional no se adaptan a la personalidad ni al territorio de marca.
Embajadores de marca: es importante considerar que los colaboradores son embajadores de la marca, es por ello que no está de más reforzar o distribuir recomendaciones de conducta que potencien su branding personal, así como la reputación de la empresa que representan.
La creatividad es pieza clave del marketing, con lo cual es importante retarla continuamente considerando estos elementos a fin de que el mensaje de marca y condiciones de la temporada fortalezcan el posicionamiento y la coherencia comunicacional.