Pasó el G20 en Argentina. Fueron dos días de frenéticas reuniones de los países que en conjunto concentran la mayoría del comercio internacional. En ese marco, y más allá de que no formó parte oficial de la Cumbre, el cara a cara entre Donald Trump y Xi Jinping fue lo más destacado.
Luego del encuentro. Estados Unidos y China acordaron un alto el fuego en su amarga guerra comercial. Según se indicó, Trump no aumentará ni el volumen ni el porcentaje de retención en los aranceles, algo que el polémico presidente había amenazado unos días antes.
Así, dejará los aranceles sobre las importaciones chinas por un valor de US$ 200 mil millones, al 10 por ciento y no las aumentará al 25 por ciento. Pero un detalle, el texto de la Casa Blanca dice “por ahora”, dejando abierta la puerta para futuros ajustes.
Como contrapartida, “China acordó comprar una cantidad no especificada, pero muy importante, de productos agrícolas, energéticos e industriales para reducir el desequilibrio comercial entre nuestros dos países”, agregó el comunicado oficial de Estados Unidos.
Los dos líderes también acordaron iniciar de inmediato conversaciones sobre cambios estructurales con respecto a la transferencia de tecnología, a la protección de la propiedad intelectual, a las barreras no arancelarias, las intrusiones y robos cibernéticos, los servicios y la agricultura.
La Casa Blanca dijo que ambos países acordaron que intentarán que este nuevo escenario se consolide en los próximos 90 días, pero si esto no sucede, “los aranceles del 10 por ciento se elevarán al 25 por ciento”, amenazó.
El aporte de China
Por su parte, el máximo diplomático del gobierno chino, el consejero de Estado Wang Yi, dijo que las negociaciones se llevaron a cabo en un “ambiente amistoso y sincero”. “Los dos presidentes acordaron que es posible tener relaciones bilaterales correctas. La discusión sobre temas económicos y comerciales fue muy positiva y constructiva”, agregó Wang.
El representante chino también confirmó que China está dispuesta “a aumentar las importaciones de acuerdo con las necesidades de su mercado interno y las necesidades de la población, incluidos los productos que ofrece Estados Unidos, para aliviar gradualmente el desequilibrio en el comercio bilateral” con el país de Trump.
Wang dijo también que las dos partes “intensificarán las negociaciones” hacia la eliminación total de todos los aranceles adicionales.
Los anuncios se produjeron después de que Trump y Xi se reunieran con sus comitivas en un encuentro especial tras la reunión de dos días de líderes mundiales en Buenos Aires, en el marco del G20.
Resta ahora saber cómo reaccionarán los mercados cuando abran este lunes en las bolsas de Asia. Los especialistas anticipan un fin de año tranquilo, sin sobresaltos, debido a que la tregua parece que será, al menos, por 90 días.
¿Quién ganó?
Es difícil decirlo. El objetivo de China era persuadir a Trump para que abandonara sus planes para aumentar los aranceles de US$ 200 mil millones de productos chinos al 25 por ciento en enero, desde el 10 por ciento actual. Algo que logró.
Trump, a su vez, consiguió que China acordara comprarle más cantidad de una amplia variedad de productos y servicios.
El tema es saber si ambos cumplirán su palabra.
La desaceleración de la economía mundial está empeorando y todos los países estaban a la expectativa de si Trump seguía adelante con los planes para aumentar aún más los aranceles a importaciones chinas. Al menos por ahora, no sucederá.