La compañía de venta de muebles y artículos para el hogar de origen sueco, Ikea, lucha por sobrevivir en un mercado global que se aleja de las tiendas físicas y se suma a las comprar online.
En ese escenario complejo, esta novedad: la tienda anunció que retirará 45.563 mesas del modelo Glivarp que se han vendido en todos los puntos de venta que tiene el mundo. Lo hace por riesgo de caída de un tablero de extensión que forma parte del producto.
Según informó en su sitio web, retirará el número total de unidades que se vendieron en color blanco desde principios de 2017, hasta noviembre de 2018.
La razón, según El País, es que 50 consumidores advirtieron a la marca de que se caía la parte extensible del mueble, un vidrio esmerilado opaco que se desprende y cae.
Como resultado de las caídas de estos tableros extensibles, la compañía supo que seis personas resultaron heridas y que, de ellas, tres necesitaron atención médica, según le dijo Therese Fagerstedt, responsable de relaciones institucionales, a la agencia AFP.
Ikea le pidió disculpas a los clientes en todo el mundo que hayan adquirido la mesa (que viene en dos tamaños), les recomendó que dejen de usarla y que se pongan en contacto con la tienda para “su reembolso o sustitución por otra similar”.
Buena estrategia
La marca, que por estos meses estudia desembarcar en Latinoamérica con tiendas en México, Colombia, Perú y Chile, tiene una muy buena política de atención al cliente. De hecho, recibe las quejas por defectos y, si constata problemas comunes, decide una retirada que publica en su página web.
Devuelve el importe y no exige comprobante de compra.
El caso más recordado es el de 2016, cuando Ikea debió dejar de vender un mueble en el mercado estadounidense luego de que provocaran la muerte de tres niños sobre los que había caído. Eran 29 millones de clientes los que habían comprado el producto (una cómoda marca Malm) y a todos les ofreció el reembolso o el envío gratuito de un técnico que anclara las cajoneras a la pared.
Según costa en la web, los últimos productos quitados de la venta son unas lámparas de techo modelo Calypso “por posible riesgo de caída”; una bicicleta por “posible rotura de la cadena”; y una cocina marca Eldslaga por superar los índices de emisión de monóxido de carbono.
Mientras anunció el recorte de trabajadores, Ikea dijo que abrirá la mayor tienda del mundo. Está programada para abrir de 2020 en un mall de Manila, la capital de Filipinas.
También incluirá un depósito para almacenar los productos comprados a través del comercio electrónico.