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Desde 1997, la historia de Harry Potter ha formado parte de la vida de muchas personas. Con una serie de siete libros continuos y tres más con historias secundarias.
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Harry Potter and the Deathly Hallows – Part 2 (2011) fue la tercera película con mayor recaudación en taquilla de la historia, con 1341 millones de dólares (superada por The Avengers en 2012, con 1511 millones).
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Lee: Pasos a seguir para llegar a diferentes tipos de público.
¿Creías que las historias eran sólo para entretener a los niños? Quizá estabas equivocado: Desde 1997, los libros de Harry Potter han demostrado que pueden formar parte de la vida de muchas personas. Y con el estreno de la nueva película de la franquicia, Fantastic Beasts: The Crimes of Grindelwald, se confirma esta situación.
Años atrás, el lanzamiento de un libro de Harry Potter suponía toda una fiesta para los fanáticos de la saga. Saber si ”El Niño que vivió” finalmente derrotaría a Voldemort fue parte de la revolución detrás de lo que se ha llamado “fenómeno Harry Potter”. Sin embargo, está claro que esta historia va más allá de un mago dentro de un mundo mágico.
¿La razón?
J.K. Rowling tardó en escribir los libros y comercializarlos debido a un enfoque estratégico. No quería formar únicamente parte de la historia de la literatura inglesa y crear un best seller.
Eso ya se había logrado. Según Statista, a nivel mundial, hay al menos dos libros de la saga que se encuentran entre los más comprados (“Harry Potter y la piedra filosofal”, con 197 millones de copias vendidas; y “Harry Potter y el misterio del príncipe”, con 65). Hasta septiembre de 2016, los libros fueron el producto estrella de la franquicia, con ventas estimadas en 7,700 millones de dólares.
En merchandising y productos, la saga de Rowling generó más de 7,700 millones de dólares en la venta de juguetes y artículos como camisetas o tazas. Mucho más que Star Wars, que generó 1,750 millones de dólares.
Ella quería todo un mundo para su historia. Sólo entonces, es cuando podemos pensar en lo que continuó después de los siete libros que conformaron la historia de uno de los magos más populares del mundo.
No hay precuelas, sólo continuaciones
Desde que las ocho películas de Harry Potter terminaron, en aquél verano de 2011, muchos fans en el mundo esperaban algo más. No fue hasta que Warner Bros. anunció en septiembre de 2013 que J. K. Rowling regresaría a darle nueva vida a la saga.
Sin embargo, habría un cambio muy particular: sería su debut como guionista, con la primera entrega de una serie de películas basada en su libro Animales fantásticos y dónde encontrarlos.
De inmediato, se convirtió en una de las películas más esperadas por aficionados (y no tanto). Seguir la pista de las criaturas mágicas era un golpe estratégico que cambiaba la historia de este mundo ficticio.
Todos concuerdan en que el mundo mágico de Rowling es un lugar divertido, y por lo tanto, conocer la historia de Newt Scamander (Eddie Redmayne) no sería visto como una precuela, sino como una forma de extender el mundo de Harry Potter.
¿Nuevos públicos? Apuesta NO arriesgada
No es ningún secreto que Fantastic Beasts and Where to Find Them fue la precuela mágica que todos los fanáticos de Harry Potter estaban esperando. Particularmente para un mercado: Estados Unidos.
Ver cómo el mundo mágico cobraba vida en Nueva York hizo sentir a muchos aficionados personas felices. El hecho de saber que “Harry Potter and the Deathly Hallows vendió 8,3 millones de ejemplares en esta región, junto con el récord de “Harry Potter and the Cursed Child”, que logró vender 2 millones de copias en dos días, fue lo que confirmó el éxito.
Sin embargo, más que simplemente enviar a los espectadores a otra región, o darle un toque “más americanizado” a la historia, Fantastic Beasts tiene excelentes lecciones de marketing que se deben considerar.
Causa y efecto: claves de Marketing de Harry Potter ( y Fantastic Beasts por igual)
Fuera del storytelling, que sin duda ha ejecutado de una manera espectacular, Harry Potter tiene una serie de claves que se deben tomar en cuenta.
- No todo es lo que parece
Así como en sucede en la primera entrega de Fantastic Beasts, el viejo dicho sobre “no todo es lo que parece” también se aplica en marketing. En la cinta, Percival Graves resulta ser Grindlewald (villano protagonista de la segunda entrega). En mercadotecnia, a veces, los amigos se convierten en enemigos. Sobre todo cuando se hacen relaciones públicas.
Ser sincero y honesto acerca de lo que estás tratando de promocionar o vender, o incluso en qué tipo de acción se ejecutará es lo ideal.
- Lo mejor es llamar la atención
Aunque no parecía, el niffler, un pequeño ornitorrinco, fue capaz de llamar la atención, sobre todo cada vez que veía joyas. Esto se traduce a los anuncios, publicaciones de blog, actualizaciones de redes sociales y otro contenido. Cuando parezca que no se puede ser llamativo, siempre hay, como las joyas, que lo podrán convertir.
- Cada audiencia es diferente, y cada campaña debe serlo también
Al igual que las criaturas que Newt Scamander tiene en su maletín, no hay dos audiencias iguales. Y como cada criatura mágica, todos necesitan un tipo diferente de atención. Las campañas deben dirigirse a un público específico, en función del esfuerzo que hacen para conectarse con ellos. Esta es una apuesta por lograr comunicarse a través de formas sumamente creativas.
- Desarrollar un enfoque estratégico
Cuando J.K. Rowling comenzó a escribir los libros de Harry Potter, ella sabía exactamente cómo se desarrollarían los personajes y la historia. Durante años, los fanáticos le preguntaron cómo iba a terminar la historia pero ella nunca dijo una palabra, aunque explicaba que sabía las respuestas.
Como mercadólogo, es importante crear objetivos y ejecutar una estrategia con esos objetivos en mente. Tener todo bao control antes de actuar es mejor, que hacerlo sobre la marcha.
- ¿Marketing viral? Siempre
Harry Potter se convertía en una tendencia dentro de redes sociales, como Twitter. Alrededor del fenómeno Harry Potter, hay eventos y páginas de Facebook abundantes en su nombre.
Lo que se puede aprender, es que los mercadólogos necesitan crear el mismo rumor sobre un producto, servicio o compañía. Las reseñas y promociones positivas que provienen directamente de los consumidores son más valiosas.
- Enfoque multicanal
J.K. Rowling usó múltiples canales para llegar a su audiencia. Reconoció que iba desde niños pequeños hasta adultos, y cada uno necesitaba atender sus intereses.
Es decir, además de los libros y las películas, creó una experiencia a través de parques de diversiones como el Mundo Mágico de Harry Potter en Universal Studios. Ahora está ingresando al mundo de las redes sociales, creando Pottermore.
El mensaje es claro: Una audiencia compuesta por diferentes partes requiere atracción desde diferentes medios. Por eso es necesario utilizar una combinación de herramientas promocionales, que sean benéficas para todos.
- Crea una marca distintiva
Cuando piensas en Harry Potter, algunas palabras clave que vienen a la mente son magia, brujas, hechicería, incluso “Quidditch” o frases como “el niño que vivió”. Estas son reconocidas por personas que ni siquiera son fanáticos de Harry Potter, ¿estás de acuerdo?
Crear una marca distintiva es la solución, cosa que, al igual que Harry Potter, Nike, Apple y Coca-Cola han hecho. Los profesionales de marketing deben seguir este ejemplo y crear marcas específicas e identificables para su causa.
Enfócate en el mensaje que tienes y lo que simboliza para poder crear conexión con otras personas y la audiencia. Identificar estos aspectos es importante al inicio de cualquier campaña.
- Tease y marketing perpetuo
Harry Potter implementó una estrategia de forma adecuada al dejar que los consumidores quieran más, y más, sobre la franquicia. Promover esa marca (directa o indirectamente) sobre el éxito anterior hasta que la expectativa alcancen un punto de quiebre es su fórmula mágica.
El equipo detrás de la comercialización de Harry Potter mejoró cada vez más esta táctica y de manera automática hasta la actualidad, se vio reflejado en la comercialización perpetua a lo largo del ciclo de vida de la marca.