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La navidad es uno de los festejos estacionales más importantes en el mercado, por la gran cantidad de gasto que se lleva a cabo.
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El interés de los consumidores durante la navidad se debe a elementos emocionales y experiencia que viven durante esta temporada.
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Las marcas cuentan historias que exaltan valores desde los cuales es posible comunicarse con el consumidor de manera estratégica.
La temporalidad es una las mejores estrategias de venta, pues se aprovechan temporadas para empatar con el consumidor.
La navidad en México cuenta con una serie de datos que nos ayudan a entender el comportamiento del consumidor durante esta temporada y las oportunidades que se abren para los mercadólogos.
El primer insight que tenemos son las prioridades de compra de esta temporada y de acuerdo con Deloitte, las cenas de navidad y año nuevo; la ropa y los regalos de navidad y reyes magos son las tres únicas prioridades en el consumidor.
Un segundo dato, también de Deloitte, señala que los principales lugares en que se llevarán a cabo compras son los supermercados, a través de internet y las tiendas departamentales.
Como tercer dato tenemos que el Estado de México, la Ciudad de México y Puebla son los tres principales estados productores de árboles navideños, según cifras publicadas por la Semarnat.
La navidad al rededor del mundo se ha establecido como una celebración que ha provocado un gran interés en las personas, por tratarse de un evento en el que el consumo se convierte en celebración.
Con base en esta idea hemos visto todo tipo de acciones implementadas por los mercadólogos. La primera de ellas tiene que ver con las historias que se cuentan.
Contar historias se ha convertido en una oportunidad clave para los mercadólogos, de lograr empatar con las necesidades que manifiesta el consumidor en esta temporada.
Un buen ejemplo de esto lo da Netflix, el éxito de “Un príncipe de navidad”, su película producida con temática de la temporada, que logró ser la historia más comentada de la plataforma en diciembre de 20017, demostrando por qué marcas como el Aeropuerto de Heathrow en Reino Unido, han repetido de nueva cuenta la historia de su campaña navideña, protagonizada por un par de entrañables osos.