El fundador de Marvel Stan Lee (95) murió este lunes, dejando atrás una de las carreras más vastas, importantes e influyentes en la historia de la cultura pop.
La noticia de su desaparición y su legado fueron parte de las ediciones de la gran mayoría de los periódicos alrededor del mundo, desde Europa hasta América, con referencias en prácticamente todas las portadas de los medios impresos.
Y no es para menos, las películas de Marvel tanto en Disney, como en 20th Century Fox, Sony y otros estudios han generado alrededor de US$ 30.000 millones en todo el mundo, según Comscore, convirtiéndose en una de las marcas más exitosas en la historia de Hollywood.
Estas palabras de Paul Dergarabedian, analista de medios de Comscore, podrían resumir algo de todo esto: “El profundo impacto de las creaciones de Stan Lee y la influencia que su visión singular ha tenido en nuestra cultura y en el mundo del cine es casi inconmensurable y prácticamente incomparable con cualquier otro artista moderno”.
La portada más atractiva fue la del diario de Nueva York Daily News. No podía ser de otra manera para un periódico donde podría haber trabajado Peter Parker, en lugar de en el ficticio The Daily Bugle.
La mayoría de los medios generalistas optó por dejarle a Stan Lee los sumarios de cabecera o frisos de las portadas impresas, con creativos diseños a partir de la utilización de algunos de los históricos superhéroes del creador.
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Un legado imborrable
En un artículo de The New York Times, Jonathan Kandell y Andy Webstel lo definen así: “Con el liderazgo de Lee, Marvel revolucionó el mundo de los cómics al llenar a sus personajes con las mismas dudas sobre sí mismos y las neurosis de las personas comunes, así como con una conciencia sobre las tendencias y las causas sociales, al igual que —especialmente en los casos del Hombre Araña y la Mole, uno de los integrantes de Los Cuatro Fantásticos— un sentido del humor especial. Estas características de personalidad no eran conocidas en el mundo de los superhéroes”.
Lee le había dicho en 1992 a The Washington Post respecto de la “humanidad” de sus héroes: “Al dotarlos de defectos e inseguridades que contrastan con sus fortalezas sobrehumanas, intento hacerlos personajes reales, de carne y hueso, con personalidad”.