El aumento en la demanda de teléfonos móviles, conforme han disminuido los costos de materiales y herramientas tecnológicas, haciéndolas asequibles a nuevos mercados, ha incrementado de forma exponencial la tendencia por la generación de APP´s por parte de desarrolladores, Startups y marcas, al grado de evaluar si todas las marcas, incluso categorías deberían tener o brindar una aplicación de software instalable, en dispositivos como móviles o tablets.
Un dato a considerar es que tan solo en México el número de usuarios con acceso a internet incrementó a más de 71.3 millones. Así como el crecimiento en el uso de teléfonos inteligentes o smartphones que pasó de 60.6 millones, en 2016, a 64.7 millones el año pasado, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2017.
Del total de usuarios mexicanos con celular inteligente, 36.4 millones instalaron aplicaciones en sus teléfonos: 92.1% mensajería instantánea, 79.8% herramientas para acceso a redes sociales, 69.7% contenidos de audio y video y 16% alguna aplicación de la banca móvil.
Sin duda megatendencias como la hiperconectividad o inmediatez son retos que tienen las marcas con lo cual la inversión en activos digitales como APP´s suele ser una estrategia para diversas organizaciones ya sea porque resuelve una necesidad en particular de sus clientes o simplemente por sumarse a una subtendencia como el resto.
Por ejemplo, Localytics estimó una tasa de abandono de APP´s del 21% tras un solo uso de la aplicación; lo cual cobra relevancia, al referirnos a los clientes actuales y potenciales de una marca, la solución o categoría tienen que ser evaluadas, dado que el desarrollo de software representa un esfuerzo financiero y humano, adicional a los posibles riesgos operativos y reputacionales a los que se pueden llegar a exponerse las organizaciones.
Es una realidad que una parte importante de las APP´s de varias marcas tienen una alta tasa de descarga y una baja tasa de usabilidad; siendo estos indicadores factores clave para evaluar campañas para desarrollar frecuencia, más allá del posicionamiento del activo digital.
En el caso particular del sector asegurador, siempre que los responsables de activos digitales nos suman a la solicitud de desarrollar una app para clientes, suelo hacerme la siguiente pregunta: “¿Quién se ha despertado esta mañana con ganas de realizar un endoso o reportar un siniestro?”. Esta pregunta por cómica que parezca; es crucial, ya que sirve para evaluar el valor que dará la App al usuario final, sobre todo si consideramos que una de las principales características de estas herramientas es la utilidad.
Para emprender el desarrollo de una App es necesario plantearse las siguientes preguntas: ¿Qué lugar ocupa la categoría dentro del ecosistema del cliente?, ¿Qué utilidad tendrá para el cliente?, ¿Cuáles son los beneficios de negocio que se obtendrán?, ¿Cuáles son las alternativas digitales afines y relevantes en que puede participar la oferta de valor?
Sin duda, un App es un reto interesante, sin embargo, dicho desafío se está reinventando dado que la respuesta no es generar un activo digital, sino conectarse o brindar soluciones en los aplicativos que más utiliza el segmento.