Cuando nos referimos a marketing deportivo llegan a nuestra mente palabras como: espectáculo, promoción de eventos, figuras del deporte, difusión de marcas o productos con la imagen de los protagonistas de las disciplinas deportivas.
En la práctica de este segmento de la mercadotecnia también podemos identificar prácticas de tecnomarketing, de marketing sensorial, de neuromarketing, de marketing olfativo, ya que las diversas plataformas que permiten su desarrollo dan una extensa gama para generar experiencias en los consumidores.
La inversión en patrocinio deportivo en México ha evolucionado en los últimos años y las marcas apuestan por abarcar más terreno e impactar de manera significativa a sus consumidores.
De acuerdo con cifras de The Independent Evaluation Group (IEG), Pepsico lideró como una de las empresas con mayor inversión en patrocinio deportivo con 365 millones de dólares, sólo en Estados Unidos.
En ese país, el estimado de inversión que las marcas tendrán en algún equipo deportivo al finalizar 2018, será de 17 mil 610 millones de dólares, por lo que es una oportunidad que las instituciones deportivas—cualquiera que sea la disciplina— tienen en frente.
Este dato se nota en las experiencias que ofrece en espectáculos como el Super Bowl, donde el espectáculo musical del medio tiempo está patrocinado por la marca y es un momento en el ésta se vuelve protagonista como los equipos que participan en la competencia.
De acuerdo con un informe de Edelman, el patrocinio deportivo siempre va ligado a objetivos estratégicos, por lo que hay más cosas que considerará una marca al momento de elegir algún equipo deportiva para invertir en él.
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