• La caída de las Bolsas de Valores de todas las regiones del mundo, ya había sido anunciada por diversos analistas.

• Las razones, señalan, fueron los constantes avances que tuvieron los mercados en los últimos meses y que, naturalmente, tendrían que retroceder.

• La Casa Blanca acusa de la corrección a la política de subida de tasas de la Reserva Federal (FED) estadounidense tras años de tasas muy bajas y de haber inundado de dinero barato los mercados para sostener la economía.

Los mercados europeos siguen este jueves la tendencia a la baja que arrancó el miércoles en Wall Street y que siguió esta madrugada en Asia.

Tras meses de ascensos continuos en los mercados internacional, con algunas de las principales plazas del mundo tocando sus récords, diversos analistas anunciaron que iban a tener retrocesos.

La Casa Blanca acusa de la corrección a la política de subida de tasas de la Reserva Federal (FED) estadounidense tras años de tasas muy bajas y de haber inundado de dinero barato los mercados para sostener la economía, pero el Fondo Monetario Internacional apunta también al temor a una guerra comercial generalizada entre las principales potencias económicas.

Un jueves “negro” para los mercados

La jornada arrancó con caídas en Europa. Pocos minutos después de la apertura de los mercados, París perdía un 1.43 por ciento, Londres un 1.72 por ciento y Fráncfort un 1.24 por ciento.

El principal indicador de la Bolsa de valores de París, el CAC-40, terminó cerrando con un retroceso del 1.92 por ciento. En la madrugada, Hong Kong había cerrado con una pérdida del 3.54 por ciento, Tokio del 3.89 por ciento y Shanghai del 5.22 por ciento.

Wall Street volvió a abrir este jueves a la baja: el Dow Jones perdía 0.37 por ciento y el Nasdaq 0.46 por ciento en el inicio de la sesión.

La baja sigue la tendencia del miércoles en Wall Street, donde el índice Dow Jones cayó a su nivel más bajo desde febrero.

El índice estrella de la Bolsa de Nueva York cedió un 3.15 por ciento hasta los 25 mil 598.74 puntos, apenas ocho días después de haber alcanzado un máximo histórico.

Y el Nasdaq, el índice de valores tecnológicos, perdió un 4.08 por ciento, su mayor retroceso en más de dos años.

Las razones para los expertos están en la subida de tasas en Estados Unidos porque la Reserva Federal intenta que la economía no se sobrecaliente. Su presidente Jerome Powell dio a entender la semana pasada que esas subidas de tasas continuarían.

Esas tasas de interés, de los que dependen entre otras cosas los créditos al consumo y los préstamos hipotecarios, se sitúan ahora entre el 2 y el 2.25 por ciento.

Con la subida de las tasas, los inversores se orientan hacia el mercado de las obligaciones que se vuelven más lucrativas.​

La directora general del FMI, Christine Lagarde, había dicho el miércoles desde Bali –donde el organismo internacional celebra su cumbre anual- que las subidas de tasas son “un movimiento necesario e inevitable” para economías como la estadounidense cuando registran –y ahora se da esa situación- un crecimiento fuerte con crecimiento de inflación y desempleo muy bajo.

También se apunta como una de las principales razones de la caída de los mercados a las tensiones comerciales desatadas desde Estados Unidos imponiendo aranceles y respondidas por las principales economías con sus propios aranceles, como ya hicieron la Unión Europea y principalmente China.

El FMI había dicho la semana pasada que si las guerras comerciales se endurecían el gran perjudicado a medio plazo sería Estados Unidos.

¿Qué pasa en la Unión Europea?

En Europa, también estaría afectando a los mercados la bronca que se prepara entre la Comisión Europea y Roma por el presupuesto italiano. Bruselas anunciará a mediados de noviembre si acepta o devuelve para corrección los presupuestos de los países de la Eurozona.

El brazo ejecutivo de la UE ya advirtió al gobierno italiano que, en su estado actual, el presupuesto sería rechazado. La Comisión Europea tiene competencias para tomar esa decisión, que hasta ahora nunca tuvo que tomar con ningún otro país.

Italia prevé para el año que viene un déficit público del 2.4 por ciento del PBI mientras la deuda pública supera ya el 130 por ciento del PBI. Bruselas esperaba un déficit público de un máximo del 0.8 por ciento.