Si bien esa sabido que diferentes instituciones educativas enarbolan diferentes causas religiosas, también es cierto que se deben ceñir a los principios de no discriminación que estipulan las leyes.
Lo anterior viene a colación por la cancelación que ejecutó la Universidad Anáhuac, campus Norte, a la participación del personaje televisivo Mauricio Clark en el Encuentro Juventud y Familia, que se habría desarrollado el pasado 7 de octubre.
Mauricio Clark ha asegurado que dejó su preferencia sexual homosexual para convertirse en una persona heterosexual y ha insistido en que las llamadas “terapias de conversión” funcionan. Se dice que la participación de este personaje que se ha desempeñado en la conducción televisiva estaba destinada a describir un testimonio acerca de la efectividad de estos procedimientos.
¡Saludos a la comunidad @anahuac! Por causas ajenas a mi persona, les comparto que no podré acompañarlos mañana domingo al Congreso de Juventud y Familia.
Les deseo un fin de semana muy productivo en pro de los valores y la familia. ¡Estoy con ustedes! pic.twitter.com/sCfnl2KVHs
— Mauricio Clark (@clarketo) 6 de octubre de 2018
Cabe aclarar que estos procedimientos han sido catalogados por legisladores mexicanos como actos de tortura y no pocas han sido las críticas que Clark ha recibido por asegurar que una persona puede cambiar su preferencia sexual.
Seguramente la Universidad cuidó la imagen que muestra ante la sociedad. Y es que una institución de educación superior difícilmente podría acumular prestigio al exponer prácticas que, amén de una falta de comprobación científica, abonan a la ignorancia, la segregación y la discriminación en nuestro país.