La batalla entre las dos mayores superpotencias comerciales del mundo no sólo está lejos de finalizar: se profundiza cada día más.
La última novedad llega este lunes 24 de septiembre, cuando tal y cómo había advertido la administración de Donald Trump, comenzaron a tener vigencia nuevas tarifas del 10 por ciento sobre US$ 200.000 millones de productos chinos.
Estas restricciones abarcan artículos desde condimentos, guantes de béisbol, muebles y electrodomésticos hasta routers para conexiones de Internet y partes de maquinaria industrial.
Como respuesta, China aplicó de forma inmediata nuevos impuestos –del 5 al 10 por ciento– sobre US$ 60.000 millones de bienes estadounidenses. En esa lista se incluyen productos como carne, químicos, ropa y autopartes. También abarca al gas natural licuado, el café y varios tipos de aceite comestible.
La tasa de los aranceles impuestos por los Estados Unidos, que desde la primera hora de este lunes es del 10 por ciento, se extenderá hasta el 25 por ciento a fin de año.
Las tarifas del gobierno del presidente chino Xi Jinping abarcan a 5.207 tipos de productos de los Estados Unidos.
EEUU y China se imponen nuevos aranceles sin negociaciones comerciales a la vista https://t.co/bdTabVj61b pic.twitter.com/KdCxIFG6jF
— Reuters Latam (@ReutersLatam) 24 de septiembre de 2018
Tercera etapa
Este es el tercer tramo de gravámenes impuesto por Washington hacia China, como parte de una estrategia para presionar a Pekín a cambiar las prácticas comerciales que Trump considera que daña a las empresas estadounidenses.
Este año, Estados Unidos y China ya aplicaron aranceles a US$ 50.000 millones de los bienes importados desde el otro país en un peligroso “juego” que amenaza con hacer tambalear el orden comercial internacional.
Horas después de que se aplicaran las nuevas tarifas, la agencia de noticias estatal china Xinhua acusó a los Estados Unidos de “trade bullyism“. Durante el fin de semana, Pekín rechazó la invitación de Washington para reanudar las conversaciones comerciales y no está claro cuándo se reunirán ambas partes.
Cuando Trump anunció la nueva ronda de tarifas la semana pasada, dijo que cualquier acción de represalia de China llevaría a Washington a “buscar inmediatamente la tercera fase”, que no es otra cosa que sumar restricciones arancelarias sobre aproximadamente US$ 267.000 millones más. Como China reaccionó, hay que ver ahora si Estados Unidos cumple la amenaza.
En el caso de los productos chinos, en la mayoría de los casos se trata de bienes intermedios destinados a la industria estadounidense, que los necesita para manufacturar. Esto podría generar un encarecimiento o falta de artículos en las cadenas de retail en el país de Donald Trump.