Últimamente hemos presenciado un enorme fenómeno de teleseries centradas en celebridades de hace tres décadas, mismas que trascienden de las plataformas de streaming hasta convertirse en fenómenos virales tanto de contenido, como de hábitos, actitudes y hasta formas de hablar.
Es relevante analizar esta tendencia o contratendencia de vincular celebridades de otras décadas a marcas cuyo principal mercado y audiencia son el público millennial y zentennial, ya que no sólo series sino, marcas de chocolates y botanas recurren a embajadores de marca como cantantes y actrices de la época dorada de la cultura pop en México. Si bien esta fórmula no es exclusiva del mercado mexicano, también hemos visto en otros mercados como el de Estados Unidos, recurrir a la nostalgia, en marcas de refresco y otros productos, dirigidos a esos públicos.
No es novedad que exista un mercado de la nostalgia, incluso es común la ciclicidad de la moda, es decir una forma o estilo de ropa regresa cada 15 o 20 años, como es el caso de los jeans deslavados o rotos.
El mercado de la nostalgia tiene entre sus heavy users a jóvenes adultos o en plenitud, mismos que por tener una posición económica estable y con mayor capacidad de compra, las marcas aluden a los recuerdos de su juventud para posicionarse e influir en su decisión de compra.
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas, la existencia de 13 millones de mexicanos y de más de 50 millones de hispanos en Estados Unidos, representa un potencial en el mercado de la nostalgia para México. Dado que la nostalgia no sólo se basa en el tiempo, también en la distancia.
Es por ello que la vinculación de celebrities de otras décadas a marcas jóvenes se vuelve relevante, a discutir como tendencia o contratendencia que posiblemente se base en brindar comunicación diferenciada que se destaque de la típica estrategia de embajadores de marca correspondientes a la edad del segmento, dado que el clima emocional de diversas generaciones se basa en no continuar creyendo en más de lo mismo, sino en la emotividad desde otro ángulo.
Es necesario recordar que las tendencias y contratendencias no son para todas las marcas, ni categorías; por ello es importante evaluar la conexión emocional y funcional hacia la audiencia al momento de aplicar este tipo de estrategias.