El uso de mascotas en redes sociales obligó a los mercadólogos a crear conceptos que definieran este fenómeno, por la viralidad de estos contenidos, así como por la alta calidad de la empatía entre audiencias y publicaciones.
Uno de los conceptos creados en medio de este fenómeno fue el de “Dogfluencer” y es para nombrar todas las publicaciones en redes sociales, que recurren a una mascota para generar engagement entre las audiencias.
Kendall Jenner, quien es una máquina de influencia con lecciones diarias en marketing digital, ha recurrido a un perro doberman para realizar publicaciones de moda, que es uno de los segmentos en el que domina como la tercer personalidad con mayor número de seguidores, después de Kim Kardashian y Kylie Jenner.
El perro doberman incluso, no solo es uno de sus elementos con los que busca llamar la atención en redes, ya se ha convertido en tema de polémica, tras haber sido acusado falsamente de atacar a una niña en un restaurant de Los Ángeles.
Las lecciones de Jenner-Kardashian
La familia Jenner es uno de los mejores casos para explicar cómo funciona la influencia y de qué manera han logrado adaptar a los medios a nuevos formatos de contenidos como la integración de medios tradicionales con las redes sociales.
Recientemente las hermanas Kardashian lanzaron una serie de publicaciones con el hashtag del reality show que protagonizan, continuando con un conflicto con el que arrancó la última temporada de la serie.
Ahí es donde radica el éxito de estas plataformas, en el contenido y las historias, que son vistos como estrategias comerciales desde la oportunidad que encuentran las grandes marcas de medios, de lograr integrarlas en la demanda de las audiencias por experiencias y qué mejor que una familia como la Kardashian-Jenner, para entender este concepto.