Bolivery, asĆ se llama la empresa creada en Santa Cruz por un joven de 29 aƱos y cuyo nombre, como se podrĆ” intuir es la combinaciĆ³n de Bolivia y delivery. Su negocio es la entrega diurna y nocturna de coca a domicilio, para satisfacer una necesidad entre quienes mascan las hojas de esta planta; una costumbre ancestral que desde las zonas rurales se ha hecho cada vez mĆ”s presente en las ciudades del paĆs sudamericano.
Fue Michael MĆ©ndez quien vislumbrĆ³ la posibilidad, cuando durante una reuniĆ³n nocturna con su grupo de amigos de bailes de carnaval, mejor conocidas como fraternidades y tĆpicas de las clases altas de esa ciudad, se encontraron con que las hojas de coca para mascar se habĆan acabado y no tenĆan quien les trajera nuevas provisiones
Fue esa noche cuando a este joven emprendedor se le ocurriĆ³ la idea que ha dado como resultado este servicio, que apenas lleva tres meses de creado. Tal como cuenta MĆ©ndez a El PaĆs, las solicitudes de entrega de mercancĆa se dan en todos los barrios de la ciudad sin importar la clase socioeconĆ³mica.
Una tradiciĆ³n que hasta hace poco era identificativa de la identidad indĆgena y que ahora ha calado en los habitantes de Santa Cruz sin distingo de profesiĆ³n aunque si de gĆ©nero, pues hasta ahora son mayoritariamente hombres quienes mascan las hojas de coca en una proporciĆ³n de siete, por cada tres mujeres. A esto se suma el que segĆŗn un estudio de la UniĆ³n Europea, un 30 por ciento de loa bolivianos consumen habitualmente la hoja de coca, pues contribuye a contrarrestar el sueƱo y el cansancio, ademĆ”s de utilizarse para mejorar el rendimiento laboral y para disminuir el apetito, esto Ćŗltimo segĆŗn creencias populares.
Las hojas de coca, sin embargo son un tema complicado internacionalmente, y mientras en Bolivia es legal masticarlas, segĆŗn la ConvenciĆ³n de Viena la coca es considerada una āsustancia controladaā toda vez que cuando es machacada y mezclada con sustancias penetrantes, se logra liberar una pequeƱĆsima cantidad de alcaloide, con las conocidas propiedades excitantes implĆcitas en su naturaleza.
Con este panorama, no es de extraƱar que Bolivery pueda tener Ć©xito como empresa al ofrecer a los consumidores sus distintas opciones, que son paquetes de coca ya machucada y mezclada con bicarbonato y/o estevia (para disminuir el amargor) en presentaciones de dos y cuatro onzas a 10 y 20 bolivianos (1,5 y 3 dĆ³lares) y tambiĆ©n la venden “sin paloā que es la mĆ”s costosa, a 30 bolivianos (poco mĆ”s de 4 dĆ³lares).
El Ćŗnico recargo que hacen por el envĆo es si deben entregarlo a zonas alejadas del centro de Santa Cruz, es decir, aquellas que estĆ”n ubicadas mĆ”s allĆ” āquinto anilloā de los 14 en los que esta dividida la ciudad y la tarifa se negocia segĆŗn la distancia y usualmente ronda los , es decir menos de un dĆ³lar.