Si bien múltiples aplicaciones móviles llegaron para cubrir necesidades específicas para las personas -e incluso a crearlas con mucho éxito- su uso conlleva importantes responsabilidades por parte de los usuarios y también, en ocasiones, riesgos… sin que necesariamente se trate de una responsabilidad directa de las marcas que prestan estos servicios digitales.
Un ejemplo de los riesgos a los que los usuarios se puede ver en el reciente caso de un presunto feminicida que contactaba a sus víctimas a través de aplicaciones móviles especializadas en citas, como Tinder o Plenty of Fish.
El sitio noticioso Daily News consigna el caso de Danueal Drayton, quien es el principal sospechoso de la muerte Samantha Stewar, una enfermera neoyorkina que murió en la zona de Queens. Al sospechoso se le capturó en California, justo cuando mantenía amagada en un apartamento a una mujer, ante lo cual él se declaró mentalmente incapaz -aseguró que escuchaba voces que le indicaban que esas mujeres debían morir- y se declaró inocente de los cargos imputados.
Zynea Barney, de Long Island, fue quien inculpó al presunto feminicida y aseguró haberlo conocido a través de la app Plenty of Fish y afirmó que hacía uso de otras aplicaciones como Tinder.
Otro caso ocurrido en Gran Bretaña involucra al presunto homicida y agresor sexual Stephen John Port, quien a través de la aplicación móvil para encuentros entre hombres, Grindr, habría contactado con al menos cuatro jóvenes para intoxicarlos con sustancias que le habrían hecho perder el conocimiento. El agresor habría abusado de ellos para posteriormente quitarles la vida.
Un tercer caso relacionado con el uso delictivo de aplicaciones móviles ocurrió en México, donde el usuario de Uber, Andrés Graff Navarro denunció que fue drogado y robado a bordo de una unidad.
Ayer por la madrugada tomé un @Uber_MEX camino a mi casa. Me drogaron, me retuvieron durante horas, robaron mis pertenencias y me fueron a tirar al Edomex.
— Andrés Graff Navarro (@andresgraff) 30 de julio de 2018
Los tres casos involucran a aplicaciones móviles y revelan los riesgos a los que se pueden exponer sus usuarios, sin que ello tenga que ser responsabilidad de las empresas encargadas de administrarlas.
Sin embargo, resultan un llamado de atención para estas marcas, toda vez que la trascendencia mediática de este tipo de hechos puede derivar en la descofianza de las personas y un menor uso de ellas.
Uber ha anunciado acciones para buscar contrarrestar los efectos de la inseguridad -mira los detalles aquí– y ya se verá si por parte de Tinder y Grindr y Plenty of Fish existen acciones más concretas, toda vez que se trata de aplicaciones con las cuales las personas desarrollan vínculos sentimentales y ello las coloca ante riesgos de trata de personas, robos acoso y hasta homicidios, como se puede ver en los casos expuestos.
Esta aseveración cobra relevancia si se toma en cuenta que es numerosa la cantidad de personas que hacen uso de este tipo de aplicaciones, Por ejemplo, datos de Statista muestran que de los 274.5 millones de usuarios de internet en los Estados Unidos actualmente, un tres por ciento de accede a Tinder cada cada pocos días, es decir, un aproximado de 8 millones 235 mil personas.