Las plataformas de streaming generaron una revolución en el consumo del entretenimiento tanto en audio como en video; de tal modo que la propagación de ofertas en este mercado derivó en una oportunidades para las productoras y artistas de poder ser más arriesgados en sus contenidos ya que la cantidad de usuarios de este tipo de servicios se cuentan por millones.
En lo que se refiere al streaming musical, datos de PwC, Ovum y Statista, indican que para el cierre de este año se estima que generará más de 51 mil millones de dólares.
Asimismo, en el reporte más reciente de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, por sus siglas en inglés), se destaca que durante 2017, la música vía streaming generó alrededor de 6 mil 600 millones de dólares, cifra que superó por primera ocasión las ventas de formatos físicos, los cuales ascendieron a 5 mil 200 millones.
En tanto, una investigación elaborada por la agencia Entertainment and Media Outlook México publicado el año pasado refirió que la música tiene un valor de 386 millones de dólares durante 2016; mientras que para 2020 se esperan ingresos por 448 millones de dólares en el país.
Sin embargo, esta nueva tendencia de mercado, ¿deja ganancias a los músicos? Un informe de Information is Beatiful indica que, a pesar de que existen diferentes acuerdos entre las plataformas y los artistas o disqueras, el organismo determinó un promedio de lo que se paga a los artistas, según la plataforma en la que son reproducidos.
Misma que destacó que YouTube es la plataforma que menos paga por reproducción; sin embargo, al ser la que tiene mayor cantidad de usuarios activos, por lo que resulta la más atractiva para ellos. A su vez, Napster es la que más dinero ofrece, pero es de las que menos usuarios tiene.