El día de ayer, una de las aeronaves de Aeroméxico registró un accidente en su traslado de Durango a la Ciudad de México y como resultado de este lamentable incidente, en el que no se registraron pérdidas humanas, se han desatado una serie de críticas y peticiones que nos hacen recodar declaraciones como las expuestas en un comunicado por el Colegio de Pilotos Aviadores de México.

Hay al menos tres puntos clave que valen la pena ser analizados, pues con ello podremos tener una imagen que represente el estado actual de la industria aérea no solo nacional, sino a nivel internacional.

Punto 1: Accidentes aéreos
Cifras proyectadas por el Colegio revelan que a lo largo de 2017 se registraron 173 incidentes aéreos y 66 accidentes. Durante 2018 hasta el momento en que realizaron el balance, se tenían registrados 70 accidentes.

La seguridad aérea tiene que ser uno de los valores en los que más se invierta dentro de la industria. Al respecto, hay proyecciones de consultoras aéreas como To70, donde se advierte que 2017 se colocó como el año más seguro para pasajeros de aviones.

Punto 2: Acciones
Fortalecimiento de autoridad aeronáutica, suficientes inspectores verificadores y comandancias.

El mercado aéreo es sumamente competitivo y la seguridad es clave para lograr mayor reputación de marca.

En esta área resulta indispensable para las aerolíneas formular nuevos métodos en colaboración con las autoridades que maximicen la eficiencia de sus operaciones sin poner en riesgo la vida de pasajeros y tripulación. En cuanto a innovación, diseñadores como Tatarenko Vladimir Nikolaevich han imaginado y patentado modelos de aviones con cabinas removibles en caso de que presenten accidentes. Al desprenderse la cabina de las alas y motores automáticamente se activan paracaídas que logran aterrizar a los pasajeros.

Punto 3: Irresponsabilidad de aerolíneas

Asignación de un mayor número de horas de vuelo por encima del permitido, de operadores a tripulación.

La tripulación de una aerolínea es su mejor embajador de marca y lograr transmitir los valores con los que cuentan estas compañías a través de las operaciones que realizan, obliga a las marcas a evitar los excesos en los que firmas como Ryanair han caído, al ser señaladas por someter a prácticas injustas a su tripulación, como trabajar cinco horas extra al día sin paga por ello, tal como lo reveló una investigación conducida por Daily Mail.

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