La igualdad de género es una lucha social constante en la que desde hace varios años las marcas han decidido participar. La búsqueda por la eliminación medidas comerciales que apoyan un estereotipo como el impuesto rosa es claro ejemplo. No obstante, Burger King parece ir contra la corriente.
La cadena de comida rápida puso a la venta los Chick Fries, una versión de sus clásicas tiras de pollo dirigidas especialmente a las mujeres que eran entregadas en una caja rosa, cualidad que las hacia especialmente elevadas en costo en comparación con la presentación tradicional del producto.
Las reacciones de los clientes fueron diversas. Entre risas, desconcierto e incluso molestia, los visitantes a dicho establecimiento no lograron comprender el por qué de la decisión de la marca.
La medida tomada por Burger King es parte de una campaña de conciencia social en la que la firma intenta evidenciar lo ilógico que resulta que las mujeres tengan que pagar por el mismo producto.
“Los restaurantes de Burger King dan la bienvenida a todo el mundo, y nos hemos dado cuenta de que la tasa rosa es extremadamente injusta. Hemos creado este experimento con las Chicken Fries, las favoritas de los fans, para demostrar el efecto de la tasa rosa y cómo todo el mundo debería pagar lo mismo por los mismos productos, indiferentemente de que sean o no rosas”, señaló el presidente de Burger King North America, Christopher Finazzo.
Según el New York City Department of Consumer Affairs, el color rosa eleva el precio de los productos dirigidos a mujeres en un 42 por ciento.
Esta es una muestra marca de como las marcas desde diferentes trincheras buscan aportar a la lucha contra la desigualdad de género, toda vez que esta es una demanda constante entre los consumidores.
Algunos estudios relacionados con la imagen de la mujer en la publicidad son claros al respecto. Estimaciones entregadas por Havas Media a nivel mundial, indican que 5 de cada 10 mujeres así como 4 de cada 10 hombres resienten de la forma en que las mujeres se representan en la publicidad, mientras que para ambos géneros esta percepción alcanza un 31 por ciento cuando de la imagen masculina hablamos.
DE hecho, el 61 por ciento de las mujeres y el 46 por ciento de los hombres creen que los niños deben ser educados en género neutral para evitar rígidas restricciones de género.