La derrota del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en los comicios del pasado primero de julio generó un planteamiento al interior del instituto político, así lo reconoció René Juárez Cisneros, exdirigente nacional de la entidad, al momento de reconocer que se perdió la elección y no solo eso, que se captó la menor cantidad de votos en toda su historia.

De tal modo que el mensaje hacia sus simpatizantes fue de que se necesita entrar en una etapa de reflexión para entender las causas que determinaron por qué las personas no los eligieron.

Este lunes, durante una entrevista otorgada al espacio de Sergio y Lupita en Radio Red, la dirigente interina del partido, Claudia Ruiz Massieu, señaló que se ha iniciado un proceso natural de reflexión y diagnóstico sobre las causas que influyeron para obtener el resultado obtenido; incluso indicó que se podría discutir y evaluar un eventual cambio de nombre del partido.

En este proceso, en el PRI evaluamos formas y fondo, lo orgánico y lo sustantivo. Debemos poner sobre la mesa los mecanismos, hasta las ideologías. Gracias @SergioSarmiento y @LupitaJuarezH por el espacio en su programa.

— Claudia Ruiz Massieu (@ruizmassieu) 23 de julio de 2018

Por su parte, Notimex, refirió que lo primero que Ruiz Massieu deberá hacer es, una vez concluida la calificación de la elección presidencial, cuenta con 60 días para convocar al Consejo Político Nacional, con el objeto de que se defina a la persona que concluya el periodo de la dirigencia de Manlio Fabio Beltrones, el cual termina en agosto del próximo año.

Una vez que haya terminado el periodo, el consejo se reunirá de nueva cuenta para elegir a la dirigencia entrante, mismo que tendrá una duración de cuatro años, que será la que instrumente las reformas de fondo del partido. De tal modo que durante esa gestión, el PRI tendrá que readaptarse a la realidad de la sociedad para poder recuperar la confianza de la ciudadania.

Ruiz Massieu aseguró que en el partido no están cerrados a nada, por lo que la renovación del mismo será con pluralismo así como con el debate de las ideas; es por ello que no se descarta un cambio de nombre en el instituto político; aunque reconoció que en caso de que se considere este cambio, se deberá discutir ya que el nombre es el reflejo de una ideología.

La elección que se vivió en México se destacó por la importancia del voto Millennial, prueba de ello fueron los esfuerzos destinados por los partidos políticos en redes sociales, a fin de conectar con una audiencia diferente a la que tradicionalmente dirigen su mensaje.

Es por ello que plantear un cambio de nombre también significaría dejar atrás en el imaginario colectivo los años de duración el poder, así como la reputación del partido con la finalidad de engancharse a las nuevas generaciones. No obstante, en este tipo de casos, no se trata únicamente de un rebranding, sino de planteamientos que sean a doc con lo que pasa en el país.