Te invito a hacer un ejercicio de reenfoque. En medio de esta vorágine de noticias sobre el Mundial, las Elecciones y otros temas populares, vale la pena hacer un alto para repensar lo que hemos hecho al del mes de junio. La primera mitad del año se ha ido, toca poner la cara hacia la segunda con la idea de mejorar en todo lo posible.
Para empezar, como ya lo he comentado antes, hay que partir de contar con un registro de lo ocurrido; si bien pensamos en términos de plazos anuales, recomiendo fragmentar la medida para analizar cada trozo de tiempo, a veces pienso que no es un año, sino son dos medios; porque en ocasiones se comportan muy distinto la primera de la segunda mitad.
Por eso les recomiendo tener en cuenta los siguientes puntos para diseñar sus planes y estrategias. No te desanimes si no cuentas con tu documento de la primera mitad del año, al contrario, tienes esta oportunidad para ordenar tus ideas, hacer números y ponerlo todo sobre papel – o documento digital.
Para hacer una planeación asertiva debes responder a estas tres preguntas ¿Qué pasó en el período anterior? ¿En dónde me encuentro? y ¿Hacia dónde quiero ir? Tres sencillos cuestionamientos que deben responderse de la siguiente forma,
¿Qué pasó en el período anterior?
En ocasiones es difícil definir lo sucedido cuando tus expectativas exageran en la precisión, conozco personas que se obsesionan por sumar pesos y centavos, buscando “pelos de la burra” donde no los hay. El objetivo de este paso es responder de forma numérica global en el menor tiempo posible lo que aconteció en nuestra estrategia de marketing; ¿Qué objetivos se lograron? ¿Cuánto tiempo tomaron? ¿Cuál fue la inversión destinada? ¿Cuánto costó cada objetivo? ¿Cómo impactó en el posicionamiento de la marca, el tamaño de su comunidad, el alcance de sus contenidos, la atracción de leads calificados, las visitas en sus medios digitales? ¿Cómo se tradujo en el valor de la marca o las ventas de sus productos? En esta fase lo más importante es ver los indicadores, pero también al mismo tiempo, observar las consecuencias de las acciones ejecutadas.
¿En dónde me encuentro?
Quizá esta pregunta sea la más subjetiva de todas, definir el presente significa reflexionar sobre lo que se ha logrado y lo que falta por hacer. Para tener un panorama claro se requiere de un objetivo concreto, entender cuál es propósito superior, de lo contrario hay el peligro de caer en frustraciones. Las estrategias de marketing son juegos de ajedrez, se avanza o se retrocede, sin embargo de todos los errores se aprende para mejorar. Para definir tu situación en el hoy, debes voltear a ver el contexto con el objetivo de encontrarte con tu cliente, entender sus gustos sin caer jamás en comparaciones con tus competidores, la autenticidad es un bien de la marca que se debe cultivar.
¿Hacia dónde quiero ir?
Cuando has analizado con cifras tu pasado, reflexionaste cuál es tu situación con base en un objetivo claro, entonces estás listo para tirar las líneas de acción para el futuro. En cualquier estrategia de marketing se debe tener claro el objetivo así como también la paciencia para esperar los resultados. Por supuesto que es necesario revisar los avances, más no es bueno cambiar de rumbo sin dejar que la estrategia “cuaje”. Cada acción que hagas deberá tener un sustento claro sobre los resultados esperados, así como también un monitoreo constante de los avances.
Te recuerdo, lo que suceda en la política o el fútbol puede ser entretenido, pero planear tus acciones beneficia tus estrategias y te prepara para los retos que puedan venir. Hasta el próximo martes.