El marketing de influencia es una moneda de dos caras y en la misma proporción con que una acción logra viralizarse, también lo puede hacer una mala decisión, por lo que estas personalidades deben de seguir un riguroso esquema, para que en esa proporción se logre el impacto positivo y por lo tanto, la atracción que siguen generando ante las audiencias y marcas que apuestan por ellos.
Mario Sierra Moncada se ha convertido en el personaje del momento, luego de una fuerte polémica que se generó en redes sociales, en donde atribuyen su vida de lujos a recursos federales con los que ha podido adquirirlos.
Una simple publicación en redes que comenzó a vincularlo con esta forma de vida se convirtió en una tendencia que ya impactó en su marca personal, por la serie de señalamientos negativos que diversos medios han publicado.
Tras la tendencia que creció, el influencer se decidió a publicar un comunicado en el que advirtió que todos los contenidos en los que se le ve disfrutar de una excelente estilo de vida, son parte de los patrocinios que logra con marcas de lujo, debido a su trabajo como influencer.
Influencer, moneda de dos caras
El marketing de influencia ha concentrado la inversión de muchos presupuestos de marketing, por tratarse de una estrategia que ayuda a las marcas a comunicarse con un target sumamente específico, sin embargo, el riesgo de apostar por estas personalidades se materializa cuando estos cometen acciones que rompen con la relación orgánica que deben de encontrar las marcas con las audiencias.
Ejemplo de los contenidos que genera y llamaron la atención de los medios:
Una publicación compartida de Mario Sierra (@mariosierramoncada) el
La postura que dio a conocer Sierra Moncada:
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