La constante interacción en las redes sociales ha cobrado tanta importancia en el día a día de las personas, que derivó en que múltiples asociaciones pretendan regular su uso o internar reducir el consumo de sus ciudadanos hacia estas. Según diversos reportes, en Uganda el parlamento ha aprobado una ley que gravará impuestos a aquellos que usen plataformas de mensajería online.
Es así como los habitantes del país africano que utilicen Facebook, WhatsApp, Twitter o Viber deberán pagar 200 chelines ugandeses, que equivalen a cincuenta centavos de dólar norteamericano. La finalidad de esta decisión de la administración es reducir el consumo de estas aplicaciones, mismas que, en palabras del presidente Yoweri Museveni, fomentan el cotilleo y los chismes.
Asimismo, se indicó que la ley de impuestos especiales entrará en vigor a partir del mes de julio, sin embargo todavía existen dudas sobre su efectividad, además de cómo el gobierno va a registrar el uso que sus ciudadanos hagan de internet.
En la actualidad, de los 23.6 millones de usuarios ugandeses con dispositivos móviles, solo 17 millones pueden accesar a la web, de acuerdo con datos de Reuters. También se aplicarán tasas, bajo la nueva normativa, al valor total de las transacciones vía teléfono inteligente. Otro de los puntos a considerar es que el país presenta un problema de deuda pública, por lo que la medida parece ir orientada más a la recaudación que por detener los chismes en Uganda.
La normativa abrió un nuevo debate en la nación, ya que muchos han interpretado la acción como un intento de control de la red. El presidente Museveni, a pesar de las críticas por atentar contra la libertad de expresión, mantiene la versión de que el internet fomenta la educación, además de ayudar a la investigación.
Incluso, desde 2016 Museveni intervino el acceso a las principales redes sociales durante su campaña electoral para evitar la dispersión de mentiras, además de que no es el único Gobierno de África en abogar por el control del internet. Kenia aprobó una ley sobre cibercrimen que lo considera así aún cuando la información esté errónea; por su parte Tanzania también pretende regular la actividad de los blogueros.