Cada evento es una excelente oportunidad de relacionarte con un gran número de asistentes y así ampliar tu red de contactos; el objetivo es que logres conectar y que durante ese proceso te tomes el tiempo de pensar en que las personas que están alrededor de ti pueden convertirse en determinado momento en un nuevo cliente.

El relacionamiento se da en los clubes deportivos, en los restaurantes, en cafeterías, en bares y en un sin fin de lugares; pero sin duda la ventaja de los eventos corporativos es que conocerás gente con la que seguramente tienes uno o más intereses en común, ya que las audiencias cumplen con cierto perfil y eso ayuda a que exista más identificación y empatía. El simple hecho de estar ahí y portar el mismo gafete con los nombres propios impresos en un mismo formato es un elemento que aporta pertenencia.

En términos generales, existen tres tipos de objetivos de negocios que motivan a las empresas y marcas a llevar a cabo un evento corporativo:

1.-Aquellos que tienen un fin comercial:  su objetivo principal es dar a conocer o presentar un producto o servicio nuevo, sus lanzamientos, sus mejoras, orientados a clientes actuales y potenciales y en los que por supuesto se contempla a los medios de comunicación para que apoyen en la difusión de contenidos.

2. Capacitación: en estas reuniones lo que se busca es enseñar a los distribuidores, a los empleados, y, en ocasiones, inclusive a los clientes sobre diversas temáticas del interés del corporativo. Indudablemente, contar con distribuidores y colaboradores bien preparados acerca del negocio, de las marcas, productos y servicios que ofrecen, tendrá entre varios beneficios, la generación de nuevos negocios y mejores oportunidades para la empresa anfitriona y para sus invitados.

3.- Eventos de motivación: tienen el interés de animar a cada uno de los integrantes de una empresa, y con especial énfasis a las áreas de ventas y canales de distribución.  Es obvio que tener gente motivada se traduce en un buen ambiente de trabajo, en un buen equipo de trabajo, lo cuál  se plasma también en más y mejores  negocios para la empresa porque las personas trabajan con más entusiasmo y sentido; trabajan con más ganas  en la medida de que sus líderes les demuestren y les cumplan planes efectivos de incentivos.

Por otro lado, los eventos corporativos tienen la gran virtud de originar por si mismos diversas oportunidades:

Negocios que pueden surgir entre la empresa organizadora y los clientes potenciales: La empresa tiene el firme objetivo dar a conocer los servicios y productos que ofrece para generar más y mejores oportunidades. Los asistentes son clientes potenciales y al tener un mayor y mejor conocimiento sobre la oferta es muy probable que existan nuevas posibilidades que se traduzcan en leads y posteriormente en ventas.

Negocios que se pueden dar entre los asistentes: esta situación es poco común por el momento en México, probablemente por una cultura en la que destaca la pena, el miedo o por la falta de autoestima en algunos casos, pero es una realidad que en las nuevas generaciones veremos cambios importantes, los jóvenes podrán visualizar en estos contextos excelentes oportunidades para ampliar su lista de contactos. Te invito a preparar tu “discurso de elevador”, que consiste en estructurar y practicar un mensaje con duración de 1 minuto máximo en el que puedas sintetizar quién eres, a qué te dedicas y qué es lo que ofreces; esta es una excelente estrategia para originar conexiones entre la audiencia.

La posibilidad de que se originen negocios alternos para los patrocinadores o expositores: La meta para ellos es muy clara “vender” y “reforzar su posicionamiento de marca”, para lo cuál es indispensable que estos jugadores establezcan un buen speech de promoción para atraer a las personas y generar negocios.

En realidad, son amplias las oportunidades en este tipo de reuniones corporativas, por ejemplo, hay personas que están interesadas en relacionarse con otro asistente, pero muchas veces la limitante es que no saben cómo abordarlo; mi recomendación es que lo hagas de una manera natural y casual, como si te acercaras a cualquier conocido. No te intimides, utiliza el “speech de elevador” y si la contraparte está interesada seguramente surgirá la oportunidad de una segunda reunión, si no es así, no te desmotives; el hecho de haber platicado e intercambiado tarjetas puede tener un impacto futuro.

Según una publicación de noviembre de 2017 de Forbes México: “Los reportes del International Congress and Convention Association (ICCA), indican que anualmente se realizan en todo el mundo alrededor de 12,000 eventos internacionales grandes entre ferias, exposiciones, congresos y convenciones en todo el mundo con sedes itinerantes. Además la tendencia a generar reuniones sigue creciendo a nivel mundial y en México lo hace a un ritmo promedio de 12% anual. En México, cada año hay más de 265,000 eventos de diversas magnitudes, que en conjunto convocan a 29 millones de participantes y que generan una derrama económica equivalente a 1.5% del PIB.”

Es importante que valoremos la gran oportunidad que esta industria representa para el mundo de la mercadotecnia; en realidad no hay límites en cuanto a conocer a nuevas personas, empresas, marcas, speakers, proveedores, empleados, miembros de asociaciones, en fin; esta maravillosa industria nos otorga la posibilidad de buscar y formar negocios. No olvides que la clave radica en que te atrevas y que en cada reunión seas capaz de hablarle a las personas que están a tu alrededor, que te desenvuelvas mostrándote tal como eres, que no te escondas todo el tiempo en la pantalla de tu celular, que camines por los pasillos con seguridad, que seas amable, que tengas una idea clara de cuál es tu objetivo. Ten en mente que la persona que tienes a tu lado puede ser tu futuro proveedor, aliado, patrocinador o cliente. ¡Acude con ánimo y no desaproveches la oportunidad que te ofrecen los eventos corporativos!