Hablar de relatos, narrativas e historias es pensar en un eje fundamental de la comunicación, el cual tiene la función de dar sentido al ser y hacer de las marcas, así como a la proyección de organizaciones, personas e incluso ideologías.
Las personas y organizaciones comunicamos historias posicionándolas como hechos relevantes de nuestro día a día. En la actualidad hay una población de más de 120 millones de habitantes, en México, de los cuales cerca de 63 millones están conectados a internet y son usuarios de perfiles en alguna red social, según especialistas de la UNAM.
La comunicación que ha acompañado a la humanidad influye y es influida por diversos factores, fuerzas y tendencias, siendo los principales aspectos detectados, los siguientes:
Cambios demográficos.
La movilidad y pirámide poblacional en dinamismo, así como los roles de género y nuevos modelos de familia; impactan en la función empática de las narrativas. Durante la construcción de un contenido o campaña, se suelen utilizar símbolos adecuados a cada segmento y subsegmento, es común que al comunicar hagamos referencia a modelos socialmente aceptados en nuestras historia, sin embargo por ejemplo: el uso de fotografías con familias nucleares (mamá, papá e hijos) ya no es frecuente por inspirador que parezca, ya que la credibilidad que exige la audiencia se ve menospreciada, en función de la amplitud de modelos familiares que en la actualidad se pueden considerar ante un mundo inclusivo de nuevas formas de relacionamiento social.
Variabilidad del cambio climático.
Más allá de las posibles historias, trending topics y coyunturas en las que se suba la marca; los hechos derivados de la naturaleza generan un umbral cultural que modifica la forma en qué comunicamos; por ejemplo, el S19 es un hecho sensible que ha quedado confirmado y resignificado incluso generaciones como los millennials.
Hiperconectividad.
Aunque la función del relato siempre ha existido como forma de documentar y heredar hechos hasta convertirlos en historias. En la actualidad se tiene un cambio drástico en la verticalidad de la comunicación, dado que las audiencias pasaron de consumir contenido a producirlo; asimismo el acceso y volumen de información pone en una arena competitiva a las marcas y sus historias, este alto dinamismo de hiperconectividad de información nos debe llevar por sí mismo a considerar dentro del propósito de comunicar al hacerlo como fuente de información bajo principios de veracidad, para evitar las tan comunes fakenews.
Aunque la esencia de la marca y empresas es perdurable, es importante revisar las tendencias y cambios del entorno de las audiencias y grupos de interés a fin de brindar valor de contenidos y coherencia en la promesa de valor de su día a día.