Que un estadio de futbol sirva para una reunión religiosa masiva, o que una marca de autos deportivos de lujo venda gafas de sol; sin duda, requiere de un análisis de las empresas o las marcas que están detrás.
Y es que una tendencia de mercadotecnia que se mantiene vigente es la experiencia del cliente, la cual sale como punta de lanza en muchas de las estrategias que las marcas están implementando; sin embargo ¿cómo aplicar un cambio que sugiere la salida de la zona de confort de mi marca?
De acuerdo con Javier Reyes Moctezuma, subdirector de programación de Cinemex, lo que deben hacer las empresas es siempre tener en cuenta el diferenciador que tienen frente a la competencia, más aún cuando eres una empresa que proyecta contenidos o hace contenidos.
“Por ejemplo, tenemos la idea de que el cine es un lugar para disfrutar de contenidos en silencio ¿pero qué pasa cuando miras un partido de la NFL o de la Champions League en una de nuestras salas? te das cuenta que es otra forma de vivir una experiencia que pudieras tener en un bar o en la comodidad de tu hogar”, indicó el ejecutivo en entrevista con Merca 2.0.
Reyes Moctezuma señaló una de las recientes experiencias que ofreció la marca para los amantes de futbol, que fue la proyección de la final de la Champions League, el 26 de mayo pasado, en cerca de 100 complejos a nivel nacional.
El ejecutivo de Cinemex recalcó estos tres puntos para no perder la brújula y ofrecer experiencias más placenteras a tus clientes:
- La empresa debe entender que lo más importante son sus invitados (sus clientes).
- Al tener claro lo anterior, las marcas deben escuchar a sus usuarios (en redes sociales, en el buzón de quejas y sugerencias), para conocer sus inquietudes y lo que les interesa consumir.
- Al conocer esta información, cada oportunidad que te dé el consumidor debes capitalizarlo en un diferenciador que te vuelvas una opción real para el cliente.
Sin duda, al hablar de que una marca pueda salir de la zona de confort pensamos también el mercado de lujo y la definición Brand stretching (vender nuevos productos en mercados no relacionados con el producto original), que precisamente se basa en esto.
Y es que podemos ver la línea de vajillas de Versace; o los cubiertos de Hermès; o los productos para el hogar de la marca Armani, ejemplos de cómo la moda ya no es suficiente para las marcas y buscan ser un diferenciador.
En el último informe sobre el sector de la consultora Bain & Company, el más relevante de la industria del lujo, señala que “hay evidencia de que los consumidores de lujo están reorientando su gasto hacia las experiencias nuevas y más personales de gama alta, tales como viajes de lujo, comida y vino, e incluso hacia las obras de arte. Mientras tanto, la industria de bienes personales de lujo logró mantenerse estable en medio de la incertidumbre geopolítica mundial”.
Expandirse puede ser peligroso y arriesgado; sin embargo, ya no parece ser un problema para las marcas y es cada vez mas común que busquen otros horizontes fuera de su zona de confort.