Los líderes de diferentes industrias son un ejemplo para saber cómo se deben (y pueden) hacer las cosas. Desde Richard Branson, con sus trucos de relaciones públicas e innumerables libros de consejos, Warren Buffett y sus palabras de sabiduría, hasta el fundador de Tesla y SpaceX y numerosas empresas más; Elon Musk.
Actualmente, la tecnología permite obtener cierta ventaja competitiva, ya que se pueden seguir cuentas de líderes empresariales, mercadólogos o CEOs de las compañías más importantes del mundo, tal como sucede con Elon Musk. La cuenta de Twitter del también fundador de The Boring Company llega a casi 22 millones de seguidores, lo cual resulta impactante tras considerar que sólo hay 330 millones de usuarios activos en esta red social.
De esta forma, darle seguimiento a un líder empresarial con tal magnitud de influencia puede ser factible. Incluso para atender ciertos consejos de manera puntual y adaptarlos a su estrategia, aún si se trata de juntas internas o charlas privadas con los empleados. De hecho, Musk se hizo popular entre los oficinistas tras un caso donde se filtró un correo electrónico, revelando que le había dicho a su personal que abandonara las reuniones improductivas.
¿Cómo piensa Elon Musk?
Para comprender la situación, se tiene que analizar la influencia que puede tener en otras personas, además de fomentar métodos u oportunidades tras observar y analizar su estilo de conversación, así como aprender del liderazgo en su forma de pensar.
La filosofía de Elon Musk se basa en 6 puntos clave:
- Buscar críticas
- Desafiar creencias
- Conocer el enfoque principal
- Crear un plan de respaldo
- Practicar para el fracaso
- Impactar.
Aunque realmente el contexto de muchas empresas no se asemeja a las actividades de Elon Musk, puede resultar eficaz implementar ciertas acciones o posturas. Por ejemplo, en este caso, si una reunión parece inútil, un líder debería preguntarse la razón, en primera instancia. Dejarlo del todo es una respuesta extrema, especialmente cuando hay mejores formas de trabajar y administrar los procesos.
Hay formas de mejorar las reuniones y garantizar que cumplan con su propósito, desde tener una agenda clara y hacer circular el material de lectura por adelantado, hasta tener un cronómetro en la pared. Nada de esto es algo nuevo, sin embargo, resulta ideal para ayudar en otros aspectos, como el desperdicio de tiempo.
Según RealBusiness, una reunión tiene 80 por ciento de preparación y solo un 20 por ciento para la discusión y acción. Considerar los comentarios de Musk como un ejemplo indica que en el mundo actual, todos deberían tener la misma información para pasar a la actividad desde el primer momento. Con los datos en tiempo real, no solo se llevarán a cabo mejores reuniones, sino que algunas no tendrán que realizarse.
El verdadero desafío es ponerse al día con la transformación digital y hacer que la información que ya se tiene, dejen más tiempo para los aspectos más importantes.