Otras de las marcas protagonistas durante el segundo debate presidencial fueron las de los medios de comunicaciĆ³n, de las cuales nombraron a The Economist y en un plano mĆ”s grĆ”fico se hizo presente la revista Proceso.
AndrĆ©s Manuel LĆ³pez Obrador y Ricardo Anaya utilizaron portadas de la publicaciĆ³n fundada por Julio Scherer GarcĆa, durante una acusaciĆ³n y el contradiscurso durante uno de los paneles del encuentro entre candidatos.
Pese a la diversa oferta informativa de MĆ©xico, los candidatos presidenciales han tocado poco los temas relacionados con los medios de comunicaciĆ³n, ya que la oferta de medios tambiĆ©n ha relatado historias que acusan o denuncian a los polĆticos que buscan representar a los mexicanos.
La apariciĆ³n de la revista Proceso en el debate manifestĆ³ una publicidad involuntaria; sin embargo, era algo que tenĆa previsto el candidato de āAl frente por MĆ©xicoā, al responder con dos portadas que tambiĆ©n acusaban al polĆtico tabasqueƱo.
En MĆ©xico, la oferta de medios de comunicaciĆ³n va desde canales de televisiĆ³n, estaciones de radio, diarios y revistas impresas, hasta sitios de internet especializados, que han delineado una agenda para las diferentes etapas de las campaƱas.
Para esto, es necesario cierto grado de regulaciĆ³n que sirvan de base para brindar una justa cobertura y un acceso equitativo a los partidos de oposiciĆ³n.
Los contenidos se han diversificado en piezas de cobertura de las actividades de los candidatos, mesas redondas y entrevistas con los propios aspirantes presidenciales, o bien con los voceros de sus campaƱas o de sus agrupaciones polĆticas.
Hablar de radio, televisiĆ³n y medios impresos en MĆ©xico, es hacer alusiĆ³n a los dos medios masivos con mayor audiencia y penetraciĆ³n, y una ventana de oportunidad para los candidatos que sus ideas (o propuestas) lleguen a los cerca de 85 millones de ciudadanos del padrĆ³n electoral sin gastar un peso, ademĆ”s de la oportunidad e permanecer visible o en el oĆdo de las personas.