Desde que dio inicio de manera oficial la campaña electoral, un interesante fenómenos se ha presentado en redes social. Diversos establecimientos locales han lanzado promociones tomando como referencia la posible victoria de ciertos candidatos, al ofrecer productos o servicios gratis. Sin embargo, esta tendencia podría violar las leyes que regulan las actividades en tiempos electorales.
Este tipo de apoyos se han visto especialmente enfocados al candidato de Morena a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador, cuyos seguidores han encontrado una manera de incentivar el voto a favor de este político impulsando la actividad comercial de sus negocios.
A mediados de este mes, el establecimiento Red Irish Pub, de la ciudad de Tijuana, Baja California, lanzó una promoción en la que prometió que invitará cervezas y nachos, si AMLO gana las elecciones. La “oferta” que se hizo llegar mediante Facebook hasta el momento cuenta com más de 5.8 mil acciones, 1.5 mil comentarios y ha sido compartida 13 mil 267 veces.
Pero esta no ha sido la única acción que adopta dicha dinámica. En San Luis Potosí, el Tavares Men’s Club afirmó que de ser ganador Obrador daría a sus clientes “el primer privado gratis”; el restaurante Wings&Drinks, en Tampico, haría lo propio con mil litros de cerveza y mil altas, mientras que el Mesón de Don Camarón en Orizaba, Veracruz, se sumaría a la causa con 300 filetes de pescado.
El grupo musical de rancheras Tierra Cali,tambiñen anunció desde su cuenta oficial en Facebook que harían una encuesta para saber “en qué ciudad se compartió más” una imagen en la que apoya al candidato al tiempo que se comprometieron a “regalar un concierto gratis”, en aquella ciudad que resultará la más participativa.
La mayoría de estas iniciativas han generado grandes reacciones entre las audiencias, y aunque esto es una realidad, lo cierto es que sus promociones podrían estar violando la ley electoral.
A pesar de que los responsables de las promociones han aclarado ser simpatizantes de Morena y no tener el “aval” de la dirigencia del partido, la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) ha indicado que estas acciones construyen una violación a las normas que rigen el proceso electoral.
En un comunicado, el organismo electoral indicó que, según la Ley General en Materia de Delitos Electorales, aquellas personas, establecimientos u organizaciones que “solicite votos por paga, promesa de dinero u otra contraprestación, o bien mediante violencia o amenaza, presione a otro a asistir a eventos proselitistas, o a votar o abstenerse de votar por un candidato, partido político o coalición, durante la campaña electoral, el día de la jornada electoral o en los tres días previos a la misma”, serán acreedores a una multa que va de los 4 mil 418 pesos a los 8 mil 836 pesos, así como de seis meses a tres años de prisión.
En este mismo sentido, la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales establece sanciones que van desde amonestaciones spíblicas hasta multas de 883 mil pesos a quienes lleven a cabo “la entrega de cualquier tipo de material que contenga propaganda política o electoral de partidos, coaliciones o candidatos, en el que se oferte o entregue algún beneficio directo, indirecto, mediato o inmediato, en especie o efectivo, a través de cualquier sistema que implique la entrega de un bien o servicio, ya sea por sí o interpósita persona está estrictamente prohibida a los partidos, candidatos, sus equipos de campaña o cualquier persona. Dichas conductas serán sancionadas de conformidad con esta Ley y se presumirá como indicio de presión al elector para obtener su voto.
Con esto en mente, es claro que aquellos comercios locales que habían encontrado en este tipo de promociones una forma de impulsar sus negocios así como de manifestar su apoyo a uno u otro candidato, podrían perder más de lo que estarían tentados a ganar.
Una vez más queda en claro la importancia que tiene apegarse al marco legal al momento de diseñar una promoción, herramienta de mercadotecnia que si bien es sumamente efectivo, también puede ser a primera vista un acto engañoso en su implementación ante lo sencillo que suele ser colocar un “2×1” o la palabra “gratis” en un anuncio publicitario.