México avanza en la implementación de políticas de seguridad laboral; sin embargo, todavía es necesario fortalecer medidas en las organizaciones para garantizar la integridad de cada uno de sus colaboradores, según mostró un informe de Veolia.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las lesiones y enfermedades relacionadas con el empleo en todo el mundo, provocan una pérdida de 3.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), con un valor anual de casi 4 mil millones de dólares.
Los reportes por accidentes laborales en ambientes industriales en México continúan pese a los avances tecnológicos, ya que durante 2016, el Informe de Memoria Estadística del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), registró mil 408 defunciones por riesgo de trabajo.
El Estado de México encabeza la lista con 201 muertes por riesgos de trabajo, de las cuales 71 estuvieron relacionadas con accidentes laborales; Jalisco con 101, Veracruz con 97, Guanajuato con 96 y Nuevo León con 82 decesos.
De acuerdo con expertos consultados por Veolia, los países con sistemas de seguridad y salud deficientes utilizan recursos para resolver lesiones y enfermedades que podrían evitarse, por lo que adoptar una estrategia sólida conlleva a ventajas como: la mejora de la productividad por el menor número de bajas por enfermedad.
Así como reducción de costos de asistencia sanitaria, mantenimiento en empleo de trabajadores de mayor edad, implementación de métodos y tecnologías de trabajo más eficientes, y se contribuye en disminución del número de personas que tienen que reducir su jornada laboral para cuidar de algún familiar.
Dicho tema, destacó, involucra todos los procesos, desde el transporte, hasta el manejo de materiales pesados, por lo que mantener un estricto control de lo que se debe hacer y seguir los protocolos establecidos contribuye a cuidar de cada persona.
Comentó que la estrategia “Cultura de Seguridad”, permite mejorar las bases sobre las cuales la compañía trabaja para así eliminar y/o reducir la exposición al riesgo en cada una de sus operaciones.
Las políticas de seguridad no son exclusivas del trabajo en planta, sino también para los colaboradores que están en las áreas corporativas, ya que los accidentes y las catástrofes pueden ocurrir en cualquier lugar.