Camila González
@camilaglz
Cuando pienso en la publicidad desde tantos puntos de vista como puede ser vista, me asombra la innumerable cantidad de posibilidades de lentes que tiene. Después de sacar al azar spots de la caja de pandora Huellas de la publicidad, se me ocurre asociar tres porque ponen en escena a una pareja y el producto que anuncian es el pretexto relacional entre la misma. Además, me encantaron.
¡Qué loco que una pareja se comunique entre sí con lengua de señas y que al sonar el teléfono nos revele que no son sordomudos! Qué fantástico pretexto cotidiano para poner sobre la mesa el impacto que tiene el mal aliento en las relaciones. Que modo tan gracioso y tan discreto a la vez de hablarnos Listerine de sus beneficios para la salud, pero en este caso, para la imagen de alguien y hasta para los afectos. Le doy mi punto.
Anunciante: Listerine
Categoría: Enjuagues bucales
Año: 2007
Sedal se apropia de una hipérbole bien graciosa también para decirnos que si no nos ponemos su crema de rizos en el pelo, podríamos hacer pareja con un león. Una escena simple, sensible con la imagen del animal y gráfica en sus gestos de coqueteo. El color de la fotografía me remonta al safari africano. El sepia no me dispersa, cuida la toma de contaminación visual y me sitúa allí mismo, no en el lugar físico, sino en el código secreto entre el animal y la mujer. Le doy mi punto.
Anunciante: Sedal
Categoría: Higiene personal y cosméticos
Año: 2004
Por la misma línea, la espuma de un capuchino de Nescafé resulta la excusa para malinterpretar un coqueteo. Es cómico, sutil e inolvidable. Los primeros planos de los rostros cautivan la atención y el mensaje cifrado es fantástico. Y allí está Nescafé que sin querer quedó atrapado entre esos dos personajes, sin pedirlo. Le doy mi punto.
Anunciante: Nescafé
Categoría: Cafés instantáneos
Año: 2001
Los tres son concisos, sin palabras y contundentes. La marca toma un invisible y estratégico lugar en el fragmento de la relación que la cámara nos muestra y sin decir nada de sí misma, dice mucho. Al menos mucho más que con un sermón o un letrero. Esa es la publicidad inteligente. Tiene mis puntos.