La ley mexicana prohibiría durante 2014 que dentro de los espectáculos ofrecidos por los circos se incluyeran animales, esto derivó a que en un lapso comprendido entre 2014 y 2015, un total mil 45 animales de especies silvestres, 84 por ciento de ellos de origen exótico, fueran decomisados, abandonados o sacrificados.
Asimismo, la normativa generó el cierre de mucho espacios y por ende el despido de gente dedicada a este sector, así como la búsqueda de nuevos espacios y territorios en donde montar un espectáculo; es por ello, que algunas grandes firmas como el circo de los Hermanos Vázquez viera en Estados Unidos, concretamente en las ciudades con alta incidencia de habitantes latinos, un mercado que les permite continuar con su legado.
De acuerdo con información de Notimex, esta empresa lleva tres años establecido en el vecino país del norte de forma permanente, con un evento montado en su totalidad en español, que incluye payasos, malabaristas, y en especial animales. Entre las ciudades que frecuenta se encuentran Dallas, Houston, Denver, Atlanta, Nueva York, Chicago, entre otros.
Además, otras compañías de menor tamaño, mudaron sus ofertas al norte de la frontera. En Estados Unidos, según datos de Nielsen Scarborough, durante la primavera del 2017, 10.36 millones de personas acudieron a este tipo de entretenimientos.
La mudanza de las carpas a Norteamérica también significó dejar atrás la forma de ofrecer el espectáculo, ya que se incorporaron nuevas tecnologías para la venta de boletos, la modernización de las butacas y de la carpa en sí misma, la inclusión de baños así como de aire acondicionado.
Otro aspecto fundamental que sobresale dentro de las razones para cambiar de territorio tiene que ver con la seguridad, en declaraciones de Renzo Ticolini, propietario del Circo Ticolini, a la agencia de noticias, la inseguridad y constantes actos de extorsión hicieron que la decisión de migrar fuera más sencilla de tomar ya que, a pesar de que es más caro operar en Estados Unidos, también es mayor la sensación de seguridad al momento de realizar caravanas.
La mayoría de las personas que viven de la industria de los circos coincidieron que la prohibición de animales se dio más por una tendencia política que por buscar el cuidado de las especies; y es que en contraparte, en el país se siguen realizando las corridas de toros y los esfuerzos por frenar las peleas clandestinas de perros o gallos son escasos.
Involuntariamente, quizás, el mercado de los circos encontró todo un panorama positivo para mantener el negocio, desde el estudio de mercado, ya que se presentan en lugares con una alta incidencia de latinos, hasta la forma de promover sus espectáculos, las herramientas digitales se han convertido en aliados; apelar a la nostalgia que representa un show en español con un lenguaje que es comprendido, aumentó la vigencia de los circos mexicanos tanto en territorios como en continuidad.
Esto refiere que, a pesar de que existan restricciones para una mercancía o servicio, acondicionar un producto y ajustarlo a necesidades similares en otras localidades, puede generar las oportunidades necesarias para seguir con el proceso de crecimiento y expansión.