La crisis de reputación que ahora vive Facebook es quizá la mas preocupante en toda su historia. Audiencias de todo tipo y anunciantes tienen los ojos puestos en la red social ante el dudoso manejo que da a la información de sus suscriptores, datos que ni son pocos ni son de baja calidad.
Un reciente sondeo en línea de Reuters e Ipsos encontró que el 41 por ciento de los estadounidenses confía en Facebook para obedecer las leyes que protegen su información personal, cifra que queda por debajo del 66 por ciento que dijo confiar en Amazon, el 62 por ciento que confía en Google y el 60 por ciento que cree en Microsoft.
La caída en este activo primordial para esta y todas las redes sociales, se tradujo en pérdidas importantes en su valoración bursátil. EL pasado 27 de marzo, luego de que Mark Zuckerberg, aceptará testificar ante el Congreso sobre el escándalo, las acciones de la compañía cayeron 5 por ciento, lo cual se sumó al 18 por ciento de pérdidas, cerca de 80 mil millones de dólares de valor de mercado, que la firma perdió desde que se dio a conocer la filtración de datos.
Aunque lo anterior no es nada menor y habla del alcance del problema, lo cierto es que los efectos del destape de este fallo no se limitarán sólo a lo que respecta a la red social de Zuckerberg. A partir de ahora, sus homólogas estarán en el radar de los usuarios y cualquier incidente relacionado con la privacidad -por menor que este sea- será castigado con mano dura y sin miramientos.
Facebookcomenzó a notificar a los cerca de 87 millones de usuarios afectados por la filtración de sus datos privados, que han sido víctimas del caso Cambridge Analytica
Twitter lo sabe y como una forma de prevenir una crisis, la plataforma parece haber anunciado limitaciones importantes para aquellas aplicaciones de terceros que utilizan su servicio para funcionar.
Así lo dio a conocer un comunicado redactado por las aplicaciones Tweetbot, Tweetings, Talon y Twitterrific, en donde exponen que apartar del próximo 19 de junio, su funcionamiento quedará comprometido debido a que características como recibir notificaciones o refrescar el timeline en tiempo real dejarán de estar disponibles.
Esto quiere decir que aunque las aplicaciones podrán seguir utilizándose, el atractivo para los usuarios será notablemente inferior.
En principio, el movimiento podría entenderse como una estrategia de Twitter para que los usuarios usen las vías oficiales que existen para utilizar la red social, con la intención de unificar la experiencia para todos los usuarios y asegurar que funciones como los vídeos en directo, los tweets guardadoso o las encuestas funcionen de manera adecuada.
Analistas de BTIG creen que las acciones de Twitter podrían llegar a los 30 dólares, de continuar con su racha al alza, además de que la tendencia es oportuna debido a su algoritmo mejorado de Twitter, la cual muestra a los usuarios los tweets más relevantes primero, por lo que el 2018 pinta más que positivo para la compañía.
Sin embargo, también puede ser un movimiento para restar participación a las apps de terceros con el fin de mejorar el control de la información de los usuarios, para prevenir crisis futuras como la que ahora afecta a Facebook.
Desde principios de este año, diversos analistas hablaban de las oportunidades que los cambios en el algoritmo en Facebook traía para Twitter en la carrera por ganar anunciantes y mejorar su visibilidad entre las audiencias.
Los acontecimientos recuentes también pueden ser un nuevo camino para salir del estancamiento que por años ha caracterizado a dicha plataforma y este movimiento podría ser el primer paso para capitalizar la situación.