La eliminación de Estados Unidos de la Copa del Mundo de la FIFA 2018 a desarrollarse en Rusia, a manos de Trinidad y Tobago en octubre del año pasado desató una serie de consecuencias en diversos ámbitos del vecino país del norte, en especial en lo que refiere a los medios de comunicación.
Durante 2010, la cadena Fox realizó un pago de 400 millones de dólares para hacerse de los derechos de transmisión de los mundiales de 2018 y 2022 tenían dos claros objetivos, el primero de ello, arrebatarle a ESPN/ABC la televización del torneo deportivo más importante del mundo, además de unirse al seleccionado norteamericano, quien durante Brasil 2014, registró cuatro de las cinco mayores audiencias de la competición en el territorio estadounidense.
Según Bloomberg, el hecho de que el combinado de las barras y las estrellas no forme parte del certamen, representa afectaciones económicas para la televisora entre 10 y 20 millones de dólares en lo que respecta a ventas de publicidad. Incluso, los medios hispano-parlantes también resienten la ausencia, Telemundo desembolsó alrededor de 600 millones de dólares por las competencias de Rusia y Catar, en un intento de superar a Univisión, que transmite los mundiales desde 1970.
Derivado de ello, la selección mexicana de futbol se convierte en el principal emblema de estas cadenas de televisión para sus coberturas en la justa; además de ello, Bloomberg se plantea que no solo se trata de una apuesta obvia por la cantidad de población mexicana que reside en el vecino país del norte, sino que la intención es posicionarse frente a los medios que transmiten los partidos en inglés.
Según datos de Pew Research Center, 36 por ciento, o lo que es lo mismo, 21 de los 58 millones de hispanos en Estados Unidos hablan inglés y el español con fluidez; este dato que salta al 50 por ciento para los estadounidenses de segunda generación. De tal modo que el 54 por ciento de todos los hispanos en aquel país consume noticias en ambos idiomas, esto significa que la audiencia bilingüe es un campo de batalla.
De acuerdo con el medio, la mañana después de la derrota de Estados Unidos, el presidente de Fox Sports, Eric Shanks y John Entz, jefe de producción, se reunieron con su equipo de futbol en Los Ángeles, y mandaron el mensaje “hay que lanzarse a toda velocidad. Fox consideraba a México como su segundo equipo de la casa y había preparado una cobertura amplía del tricolor.
“Como México siempre había sido el equipo 1b ya teníamos un plan en marcha cuando Estados Unidos fue eliminado”, indicó el productor ejecutivo de la Copa del Mundo, David Neal, “Fue un lujo para nosotros no tener que empezar desde cero”. Para conectar con los aficionados mexicanos, Fox contrató a diversos periodistas y ejecutivos especializados en la cobertura del futbol en español”.
Según investigaciones propias de Telemundo, uno de cada cuatro fanáticos del futbol no latinos planea ver el Mundial en español; parte fundamental de esta decisión, esta basada en el tipo de narraciones en las que los locutores hispanos son preferidos por las audiencias.