Las autoridades comerciales de China anunciaron que impondrán un sistema de aranceles a una lista de más de 100 productos que el país importa desde los Estados Unidos. El impuesto, del 25 por ciento, se aplicará sobre las exportaciones del país de Donald Trump por un valor de unos 50 mil millones de dólares.
Esta es la respuesta a las políticas que en el mismo sentido (el arancelamiento) está aplicando el presidente de estadounidense contra los productos del gigante asiático.
En el listado resalta un artículo. En realidad, una materia prima: la soya (o soja), de la que Estados Unidos es uno de los principales productores mundiales y, China, el comprador “estrella” del planeta.
El dato de que la soya estadounidense tenga un arancel del 25 por ciento para entrar a China es una buena noticia para dos países latinoamericanos: Brasil y Argentina, otros de los grandes jugadores a nivel mundial. Con la soya de Trump cara, el valor de la vendida por estos dos países subirá.
En 2017, China importó poroto de soya sin procesar desde EE.UU. por casi US$ 14.000 millones.
“El anuncio de los aranceles le dio un empujón a los valores internos de la soya y el cereal en ambos países del Mercosur”, publicó El Cronista. “La decisión de Beijing generó que las primas para la soya brasileña llegara a US$ 1,2 por encima de los precios de Chicago. Ese premio es cuatro veces superior al promedio de primas que la oleaginosa de Brasil ostentó en los últimos años para esta época del año”, agregó el medio.
En Argentina, en tanto, la cotización ganó cerca del 1 por ciento, hasta los US$ 308 la tonelada.
La mitad de la soya importada por China provino en 2017 desde Brasil, algo así como 50 millones de toneladas.
Si las ventas de Estados Unidos bajan (vendió el 35% de la soya que compró China en 2017), las posibilidades de Brasil y Argentina suben. Y el precio, también.