Play-Doh es un producto que se ha mantenido relevante por décadas, a pesar de ser una simple masa amoldable de colores.
De acuerdo con Fortune, desde que Play-Doh surgió en 1956, ha vendido más de tres mil millones de botecitos con su icónica masa.
Hay dos elementos que juegan a favor de Play-Doh: la experiencia y la nostalgia que representa un producto sensorial, que ha encontrado en la textura y su olor los rasgos característicos que hoy en día lo distinguen dentro del mercado.
Si bien tiene a su favor dos elementos característicos con los que logra atraer el interés del consumidor, la innovación también ha estado del lado de esta marca, para crear diversas líneas con las que logra seguir relevante en el mercado.
Un ejemplo de esta relevancia es DohVinci, un concepto con el que logró adaptarse a la euforia que hay por los contenidos DIY, sumamente populares en YouTube y que a nivel mundial representa un mercado con un valor de 43 mil 700 millones de dólares.
Para poder entender cuáles sonlas oportunidades que ofrece Pay-Doh como marca, una obra que nos ayuda a comprenderlo es Play-doh Pioneer: Joseph Mcvicker de Lee Slater.
Slater ofrece una obra documental del creador de Play-Doh, convirtiendo la obra en un compendio de lecciones para todo los mercadólogos.
Play-doh Pioneer: Joseph McVicker
Lee Slater