Actualmente, todos los perfiles de páginas web y redes sociales se dedican a realizar contenido. Desde el formato clásico, como un artículo web, hasta el uso de Stories en redes visuales como Instagram, además del uso de hashtags con un propósito en Twitter o el marcar un tweet en particular. Todo está enfocado en ofrecer una mejor experiencia al usuario, además de desarrollar métodos de aprendizaje digital.
Los cambios recientes en plataformas como Facebook hace que se busquen alternativas de acción para lanzar el mejor contenido hacia los usuarios. Por ejemplo, Twitter podría ser la mejor red social para hacer un monitoreo de marca y una escucha social efectivos. Por su parte, en plataformas como Instagram puede haber un seguimiento de los hashtags de forma manual hasta aplicar un verdadero monitoreo de lo que gira alrededor de una marca a través de menciones y etiquetas.
Lo cierto es que que publicar contenido regularmente y esforzarse por mejorar con cada nueva creación es una forma de descubrir nuevas opciones y caminos para atender a una audiencia, además de cumplir con diferentes objetivos comerciales. Además de escribir contenido, hay otros formatos que se deben atender y poco a poco los profesionales se están dando cuenta de ello.
Por ejemplo, según BigCommerce, hasta 85 por ciento de los consumidores son más propensos a comprar un producto después de ver contenido del mismo. Una encuesta de Hubspot revela que 58 por ciento de los consumidores dicen que pueden confiar más en las compañías que tienen videos de productos sobre las que no tienen. Además, un artículo de Mailigen indica que un 89 por ciento de mercadólogos utilizan texto y escritos para promocionarse por medio de email, lo que lo convierte en una herramienta eficaz para llegar a las personas.
El problema con esta táctica se origina con el clásico ‘bloqueo creativo’ para terminar un borrador de una publicación y lanzarlo. Inicialmente, es probable que se cuenten con muchas ideas para ese contenido, pero cuando llega el momento de perfeccionarlo, se puede quedar solamente en un borrador.
Toma en cuenta estos consejos para empezar, desarrollar y concluir con el contenido escrito si va dirigido a publicaciones en un sitio web.
No tiene que ser muy extenso.
Si cometes el error de saturarlo, puedes tener un problema grave: Las personas se alejan del contenido que contiene demasiadas ideas. Muchos profesionales se preocupan porque el contenido de una nota web puede llegar a ser demasiado pobre; y aunque esto puede ser cierto, tampoco tienes que desarrollar precisamente un trabajo de investigación (a menos que así lo requiera el tema).
La longitud no es lo más importante. Una publicación corta podría ser desordenada y complicada tanto como una larga podría. Plataformas como WordPress indican que para tener un SEO positivo, puedes llegar a tener 300 palabras en un artículo. Toma esto como referencia.
Desafiar a los lectores sin agobiarlos.
Una vez que comienzan a elaborar una nota, le agregas un título acorde con lo que estás hablando; al mismo tiempo, mientras redactas y revisas lo que has hecho, debes asegurarte de que este responda una pregunta, la cual puede ser ideal para identificar su mensaje principal.
Incluso los lectores más ocupados harán tiempo para ver el contenido que sea de su interés, siempre y cuando tengan algo que les llame la atención y por medio de un CTA con base en preguntas: ¿Quién?, ¿Qué?; ¿Cuándo?; ¿Dónde?; ¿Por qué? y ¿Cómo?
Ser regular.
Una de las formas más sencillas es empezar a hacer contenido de forma regular y constante es, de manera obvia, hacerlo con ritmo. Si pierdes la regularidad en las publicaciones, puedes perder el hábito de trabajarlo. El trabajo de un mercadólogo no se ajusta a una sola responsabilidad, pero el contenido también debe tener constancia.