Por Guillermo Pérezbolde
@gpbolde
Como en todas las profesiones, oficios y hobbies, desde siempre han existido personas que se dicen, promueven y venden como “Gurús” y existen otros que sin decirlo, por su propio trabajo o acciones se nota que lo son y estos cuentan con el reconocimiento público.
Antes de seguir me gustaría aclarar que esta columna NO lleva dedicatoria, ni está pensada en alguien en especial, y mucho menos es mi intención dejar sin trabajo a alguien.
En Social Media se ha dado desde hace algunos años el fenómeno de los “Gurús” que se presentan como los verdaderos expertos en el uso profesional de las Redes Sociales y dicen saberlo todo respecto a estos temas con argumentos como la cantidad de gente que los sigue, que llevan más de 3 o 4 años metidos en Redes Sociales y en algunos casos, sin un argumento creíble de por medio.
Si analizamos lo que dice la Real Academia Española de la lengua sobre el término Gurú, quitando la parte espiritual y religiosa, me llama la atención el final de la descripción donde menciona que es alguien que se le reconoce como autoridad intelectual. Es precisamente esa autoridad la que busco cuestionar e invitar a que todos lo hagamos para que no se siga prostituyendo la labor profesional en Social Media.
gurú.
(Del sánscr. gurús, maestro).
1. m. En el hinduismo, maestro espiritual o jefe religioso.
2. m. Persona a quien se considera maestro o guía espiritual, o a quien se le reconoce autoridad intelectual.
Desde mi perspectiva, un experto en cualquier tema, no solo en Social Media, es aquel que sus palabras y actos hablan a partir del legado que deja en otros, y no necesita presumir en cada momento lo que sabe o puede hacer, porque su trabajo y conocimientos lo respaldan. Me parece que cuando una persona alardea constantemente de lo que sabe y puede hacer sin que se lo pregunten, lo que refleja es una inseguridad tremenda, ya que necesita la aprobación de otros para sentirse importante.
Basado en lo anterior, surgen dos preguntas: ¿Cómo detecto a un Social Media Gurú? Y ¿Cómo lo diferencio de un verdadero profesional?
Si es experto lo dice, no lo grita
Un experto no necesita decir en cada momento que lo es.
Por lo general un “Gurú” habla constantemente de que las redes sociales son nutridas de conversaciones y su discurso gira únicamente en torno a eso, pero en ningún momento plantea como generarlas o detonarlas.
La palabra medición no forma parte de su vocabulario, ya que no sabe cómo hacerlo, y mucho menos puede determinar índices de desempeño ya que no tiene acceso a herramientas de medición profesionales y conoce únicamente las gratuitas que hay en Internet, que por lógica arrojan información muy acotada.
Un “Gurú” no tiene claro como funciona la viralidad en los medios sociales y por ende no tiene idea de cómo generarla, por eso recurre a conocidos para que hagan “Re Tweet”, “Share” o “Like” a sus acciones y así se vea movimiento.
Casi sin excepción ofrece siempre como opción para sus estrategias Facebook y Twitter ya que no ha utilizado otras redes e incluso desconoce las posibilidades que ofrecen widgets, apps y mashups.
Ser popular no te hace experto
El tener muchos Followers no te hace ser experto en Social Media, eso en dado caso te convierte en alguien popular.
No tiene nada de malo tener muchos followers, de hecho un profesional debe saber como incrementar los seguidores de un cliente de forma natural y sin trampas. Lo que no veo muy bien es querer aprovechar el tener muchos seguidores para promoverse como experto.
Algunos usuarios que entraron a Twitter en 2007 se vieron beneficiados al aparecer hace tiempo como sugerencia a seguir para los nuevos registrados y eso facilitó notablemente su incremento de seguidores. Por otro lado, algunos han comprado parte de sus Followers para poderse promover como “Gurús” de Social Media.
Para detectar a este tipo de gente, es necesario revisar con cierto detenimiento sus Folowers con el siguiente procedimiento:
Para detectar Followers falsos:
Los Followers comprados se adquieren por millares y por lo general son de otros países, los más comunes son Estados Unidos, Suiza, Brazil y Canada; el timeline de esas cuentas está casi vacío ya que fueron creadas para seguir usuarios y no para interactuar.
Los nombres de usuario de los Followers falsos tienen generalmente combinaciones raras o sin lógica ya que son creadas por volumen.
Por ejemplo, supongamos que un usuario tiene hoy 75 mil seguidores en Twitter, y que hace 3 meses tenía 10 mil, a simple vista es muy probable que haya comprado seguidores. Para detectar si tiene seguidores falsos, hay que revisar no sus últimos 5 mil, sino los 15 o 20 mil previos que seguramente son los comprados, y ahí veremos que aparecen agrupados y son fáciles de distinguir porque tienen nombres similares entre sí, son de países que no hablan español, no tienen avatar y tienen cero interacción con el comprador.
Cuando se sospecha que alguien compra Followers, basta con analizar la gráfica de crecimiento de la gente que lo sigue en un periodo de tiempo, podremos ver que la línea por lo general es horizontal con un incremento constante, pero a partir de una fecha determinada, la misma gráfica crece de forma exponencial, es precisamente en ese periodo cuando debemos analizar a los followers que llegaron y podremos ver si son reales o ficticios.
Para ver esta línea de tiempo de cualquier usuario de Twitter, podemos utilizar TwitterCounter que muestra la gráfica de crecimiento de seguidores en lapsos de horas, semanas o hasta meses.
Ser empleado de una empresa que hace SM, no te hace Gurú
Hay otro tipo de personas que laboran en empresas que actualmente hacen Social Media, y por esta razón se proclaman como “Gurús”, argumentando que cuentan con la experiencia de dicha empresa. Esto sucede muy frecuentemente con ex empleados de empresas muy grandes o agencias de publicidad.
Ser amigo de un “Gurú” no te convierte en uno
Este tipo de gente es muy común, tratan de aparecer como amigos de alguien que públicamente es reconocido y buscan mostrarle a todo el mundo que lo son en Facebook y LinkedIn, tratan de estar presentes en eventos de Social Media para tomarse la foto y poderla subir a sus perfiles.
Para concluir, quiero dejar en claro que no es mi idea desatar una cacería de brujas y mucho menos señalar o acusar a alguien, todo lo anterior es resultado de una investigación de más de 6 meses y creo que debe ser del dominio público por lo sensible de la información que maneja un asesor o consultor en Social Media.
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