Algunos de los programas de responsabilidad social empresarial buscan detonar las capacidades de los individuos de las comunidades más vulnerables en la misma entidad donde operan las compañías.
“En la ayuda a la gente hemos encontrado una oportunidad una dinámica que nos vuelve parte de un cambio de vida para muchas personas que no tienen la posibilidad de desarrollarse por su entorno”, indicó Adolfo Arditti, director ejecutivo de clientes y marca de SURA México.
El ejecutivo agregó en entrevista con Merca 2.0 que uno de los objetivos de la empresa es mantenerse cerca de las personas y las acciones de responsabilidad social abonan confianza en la relación con ellas.
“Es esa línea donde mostramos la importancia de la ayuda social, ya que SURA se dedica a un negocio muy social como los seguros o las Afores. Por lo que es de alta importancia que las personas sepan que somos una empresa en la que se puede confiar”, manifestó Arditti.
La responsabilidad social empresarial debe ser un mecanismo de conciliación y reconstrucción del tejido social, en el que se encuentren comunidad que está siendo autosuficiente con la que no lo está logrando, para mirarse detenidamente, y así conocer los proyectos que en conjunto puedan construir.
Sin embargo, según el último resultado expuesto por el Barómetro de Confianza 2017 de Edelman, mostró que la confianza en las instituciones (empresas, medios de comunicación, gobierno y ONG) cayó tres puntos.
El informe expuso que el 75 por ciento de los países desconfía del gobierno, y el 82 por ciento de los medios de comunicación. Por primera vez la confianza en las ONG cayó a un nivel similar que la confianza en los negocios en un 53 por ciento.
En este aspecto, Javier Alarcón Benet, director de Christel House México, es difícil afrontar la crisis de confianza, que se muestra de una manera general en todos los sectores, pero manteniendo una fortaleza como organización, que tenga a las personas correctas haciendo las acciones adecuadas, sin hacer olvidar la muestra de lo resultados que están trayendo.
“Vivimos en proceso de una terrible desconfianza como sociedad, pero cuando hablamos de poner recursos en los que se puede ayudar a la sociedad el tema se puede poner más terrible”, señaló el ejecutivo.
Desde 2011, SURA y Christel House han colaborado juntos con la misión de transformar la vida de los niños rompiendo el círculo de la pobreza. A través de un amplio programa educativo de preescolar a preparatoria; en el que la ONG ayuda a sus alumnos a convertirse en personas autosuficientes y responsables de su comunidad.
Los programas pueden ser educativos, de prevención de enfermedades, de capacitación para el trabajo y de infraestructura escolar, entre otros, pero siempre deben tener como objetivo elevar la calidad de vida de las personas y mejorar sus capacidades, para que puedan enfrentar con éxito los años por venir, ya sea como estudiantes, padres de familia o trabajadores.
Es muy claro es que las marcas que generan los programas se mantienen en las mejores posiciones de los listados que estudian la reputación empresarial en México.
En el camino a la lealtad de marca que buscan las empresas que trabajan programas formales de gestión de la reputación corporativa, por lo que podemos garantizar que la responsabilidad social empresarial no sólo es una acción buen, además genera un retorno positivo en reputación, que hoy es la mejor rentabilidad que una marca puede tener.