Durante una entrevista de trabajo, una de las preguntas más complicadas de responder es aquella que tiene que ver con contarle a un extraño tus fortalezas y experiencias; el famoso “háblame de ti” es uno de los cuestionamientos más habituales a un candidato de trabajo, o incluso durante una presentación de idea ante un panel de inversionistas por primera ocasión.

Y es que aunque parece una pregunta para romper el hielo y entrar de lleno al perfil que se desea cumplir, resulta complicado resumir de buena forma quién eres tu, por lo tanto, se vuelve común desorientarse mientras se barajean todas las posibilidades: ¿Por dónde comienzo?, ¿Cuántos detalles se deben incluir?, ¿Qué tan atrás debo de ir?.

Debido a que no es sencillo contestar dicha pregunta, Fast Company recomienda tres maneras de salir avante ante esta situación; y es que no se le debe dar tanto tiempo a tratar de adaptar una respuesta. La clave, según la fuente, está en mostrarle al reclutador tus puntos fuertes.

1.- Muestra tu inteligencia: Describe un proyecto o logro específico.

En ocasiones, al tratar de responder esta pregunta, optaremos por presumir nuestras credenciales académicas; no obstante, esto puede resultar en un esfuerzo forzado para llamar la atención, e incluso puede sonar arrogante en ocasiones; por tal motivo, se recomienda describir una tarea o logro específico del que se está orgulloso.

Ejemplo de lo anterior puede ser contar una experiencia extra escolar donde se colaboró y existe un resultado tangible, o la participación de un proyecto que derivó en un cambio positivo para alguna institución.

2.- Muestra tu pasión, comparte una historia personal.

Otro de los mecanismos para responder de buena forma al famoso “háblame de ti”, que además sirve para impresionar al personal de recursos humanos, debe empezar con un “me apasiona la empresa” o “me apasiona el producto que estoy creando”.

Contar una historia real sobre una experiencia que generó un impacto emocional en ti, no una situación monumental, sino una anécdota simple y real; ayudará a no generar dudas sobre tu grado de compromiso con las cosas que realizas.

3.- Muestra tu ambición, centrate en el proceso, no en el objetivo.

No hay nada de malo en mostrar tu ambición, siempre y cuando no te muestres superficial o incluso sarcástico. Si dices algo como “Quiero una vía rápida a la oficina de la esquina” o “Quiero ganar tanto dinero con este negocio lo más rápido posible”, es muy probable que no impresiones al reclutador, por el contrario, podrían no tomarte enserio.

Por ello, debes evitar discutir el resultado que estás esperando, en su lugar, cambia la conversación hacia el proceso que se tomará para cumplir con tu ambición; es decir, destacar la disposición para llegar a los resultados, sugiere que eres una persona a la que le gustan los desafíos así como el esfuerzo que se requiere.

A su vez, Fast Company refiere que cada vez que alguien te lanza una pregunta abierta sobre quién eres, y deseas sonar inteligente, apasionado y ambicioso, sin parecer pretencioso, arrogante o con derecho, siempre se debe demostrar, no se debe decir.