Derivado de las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acerca de una intención de imponer una tarifa del 25 por ciento a las importaciones del acero; la Unión Europea analiza aplicar una estrategia similar a productos norteamericanos por alrededor 3 mil 500 millones de dólares a diversos productos que irían desde camisetas, whisky, bicicletas, jeans y escaleras.
De acuerdo con un reporte de Bloomberg, el organismo continental aplicaría un castigo arancelario a un abanico de productos de consumo, agrícolas y de acero importados del vecino país del norte.
Según el medio, dentro de la lista del bloque se incluirían camisetas, jeans, cosméticos, así como otros productos de consumo; de igual forma motocicletas y barcos de entretenimiento por una cantidad cercana a los mil millones de euros. Asimismo, el jugo de naranja, whisky bourbon, maíz y otros productos agrícolas por 951 millones de euros; mientras que el acero y otros productos industriales por alrededor de 854 millones de euros.
Como parte de una estrategia de marketing político, Trump prometió reducir las importaciones estadounidenses de acero, algo que generó rechazo por parte de su propio partido político, además de que está basado en un argumento de seguridad nacional no compartido por la Unión Europea. Y es que la amenaza de la Casa Blanca, apunta Bloomberg, corre el riesgo de generar una ola de medidas a nivel mundial así como una avalancha de quejas ante la Organización Mundial del Comercio, el cual nunca se ha pronunciado sobre una controversia que implique restricciones comerciales justificadas por razones de seguridad nacional.
¿Cómo afecta en marketing?
La postura proteccionista del republicano respecto al comercio internacional ha incrementado la preocupación en diferentes territorios y organismos. Por lo que esta respuesta del bloque europeo refiere, entre otras cosas, un mensaje acerca del potencial impacto económico doméstico de seguir la amenaza del presidente.
Para los profesionales del marketing, en caso de que esta serie de medidas entren en vigor representaría la aplicación de decisiones emergentes y cambios en campañas, estrategias, canales de comunicación, entre otras modificaciones ante una guerra comercial. De igual forma, tiraría por la borda los esfuerzos realizados para lograr las aperturas comerciales, trabajos de consolidación e incluso apuestas por oficinas o sedes en otros países. Esto sin mencionar las reducciones de presupuestos para la mercadotecnia.
De tal modo que debe seguirse de cerca este tema que para nada es menor, ya que las consecuencias de esto impactará directamente a la mercadotecnia.