Aunque compararse con la competencia puede ser un buen ejercicio por parte de las empresas y las personas, es importante saber que el caer en un aspecto como la imitación de sus estrategias en la búsqueda por obtener buenos resultados, puede resultar en un esfuerzo inútil por distintos motivos que veremos más adelante.
Y es que no es malo el realizar un benchmarking o un análisis competitivo, de hecho tienen muchas ventajas como el identificar claramente algunas áreas de oportunidad, validar algunas ideas o establecer determinadas expectativas, tal como lo señala la consultora Ward Group, pero si hay algo que forma parte fundamental del Ă©xito de una empresa, es la diferenciaciĂłn. Desarrollar una perspectiva independiente es apostar por un elemento que se traduce en un valor monetario real. Hablando especĂficamente del contenido que desarrollan las marcas en la actualidad, tener elementos diferenciadores y una estrategia propia, puede impactar en la mejora del SEO, en el incremento del tráfico web, en la generaciĂłn de leads, ventas, puede mejorar la imagen de la marca e incluso desarrollar la lealtad y autoridad. Por ello, es recomendable contar con estrategias propias y evitar copiar a la competencia, pero si aĂşn no estás convencido, te compartimos 4 buenas razones por las que no es una buena opciĂłn:
- Es posible que los competidores no sepan que es lo que les funciona
Es fácil asumir que algo está funcionando (el contenido) solo por el hecho de que se ve al competidor ejecutando esa acción. No obstante, esto puede estar lejos de ser una realidad, pues existe también una alta posibilidad de que la firma contra la que se compite esté generando esfuerzos al azar a fin de que algo logre tener buenos resultados. También es posible que tampoco cuenten con una estrategia definida o que incluso estén copiando la forma de trabajo de alguien más que igual no tiene idea de lo que está haciendo.
- Es difĂcil saber que es lo que están haciendo de forma correcta
Se trata de la otra cara de la moneda, asumiendo que el competidor tiene una estrategia de contenido bien definida, es difĂcil saber exactamente quĂ© es lo que funciona para ello sy por quĂ© ocurre esto. Si de por si ya es malo poner el destino de la estrategia de contenido propia en manos de la competencia, es todavĂa peor hacerlo a ciegas esperando que resulte algo bueno de todo eso.
- El negocio y la audiencia de la competencia pueden ser distintos
Es de suponer que toda compañĂa cuenta con una propuesta de venta Ăşnica y un target especĂfico al que se planea llegar, esto quiere decir que puede existir una gran diferencia entre las compañĂas aunque se consideren competidores. Lo anterior conlleva a que exista una alta probabilidad de que su audiencia no tenga reacciĂłn alguna ante el contenido, de la misma forma que la audiencia propia la tiene.
- No se cuenta con los mismos recursos
Por Ăşltimo, esta es una de las razones más importantes. Hablar de recursos para el desarrollo de contenido incluye herramientas, software, personal, presupuestos, etc. SerĂa una muy rara coincidencia que todos los competidores estĂ©n en igualdad de condiciones. Por ello, es necesario saber que si la firma está más limitada en recursos, implica que debe desarrollar el doble o triple de esfuerzos para ponerse a la altura de la competencia, pero, si por otra parte se cuenta con más recursos y no se están aprovechando adecuadamente, el limite se lo está imponiendo la propia empresa sin darse cuenta, al tratar de imitar a sus adversarios.