El escándalo de las emisiones de gas que envolvió a Volkswagen en septiembre de 2015 fue la mayor noticia (mala por cierto) para la industria automotriz en lo que va del siglo. La marca sufrió el impacto, la compañía tuvo que gastar millones y luego de un par de años recién se está recuperando.
Es por esto que seguramente preocupa entre los directivos de Daimler la novedad que por estas horas circula en los medios alemanes y que surgió de una investigación del Bild am Sonntag. Allí se afirma que investigadores estadounidenses hallaron modificaciones de software potencialmente ilegales en los automóviles diésel Mercedes-Benz.
Según el medio, se ha encontrado una función de un soft de gestión del motor llamada “Slipguard” que reconoce si el carro está o no en un banco de pruebas. También se detectó otro programa, llamado “Bit 15”, cuya función específica no se pudo determinar.
El Bild am Sonntag dice que la información proviene de fuentes confidenciales, y menciona que el software tratarían de falsear datos durante los controles en los bancos de pruebas.
La respuesta de Daimler fue publicada por diversos medios de Alemania. La marca dice que el consorcio “está cooperando con las autoridades estadounidenses”, publica Motor Pasión. Según Automotive News, Mercedes-Benz dijo oficialmente que los documentos del periódico alemán Bild am Sonntag “obviamente se han lanzado selectivamente para dañar a Daimler y sus 290 mil empleados”.
Hay que recordar que Mercedes está siendo investigada por parte autoridades europeas y estadounidenses por este tema y que en agosto de 2017 Daimler llamó a revisión voluntaria a tres millones de carros con propulsores diésel en Europa. Fueron los motores OM607 de 1,5 litros turbodiésel usados en los Mercedes Clase A y Clase B.
El programa, que según la marca costó 220 millones de euros, fue sumar tecnología más efectiva para evitar la contaminación y consolidar el cumplimiento de las normas Euro5 y Euro6.
Luego del Dieselgate de VW, BMW también fue acusado de usar motores que emitían más contaminación de la permitida. Se mencionó al X3 XDrive20d como un emisor de 11 veces más partículas de NOx de las habilitadas por la Unión Europa, aunque luego no pudo probarse que la marca manipulara el software.
Algo parecido le pasó a Opel con su modelo Zafira.
Un dato que llama la atención en este escándalo denunciado por Bild am Sonntag es que a pesar de la importancia de la noticia, no llevó la novedad en su portada del 18 de febrero, cuando la publicó.
El día posterior a la divulgación de la noticia, el lunes 19, Daimler perdió un 2%, hasta 71,04 euros, en la Bolsa de Frankfurt, después de que se publicara que también podría haber utilizado un software ilegal, publicó El Diario.